El horno es, probablemente, uno de los electrodomésticos a los que mayor partido y rendimiento se le puede sacar. Y es que, a pesar de la fuerte irrupción de la freidora de aire, un pequeño horno de convección que funciona moviendo el aire entorno a los alimentos, lo cierto es que el horno continúa ocupando un papel importante en el día a día.

Sin embargo, hay algo del horno que no gusta a quienes hacen un uso frecuente de él. Se trata de la limpieza. Una tarea que, quien más quien menos, trata de posponer cuanto puede, pero que no es, para nada, lo recomendable. Según señalan los expertos, lo ideal es limpiar el horno tras cada uso. Algo que se aleja de la realidad y que pocas personas son capaces de conseguirlo. Conscientes de ello, los especialistas recomiendan marcar, en función de la frecuencia de uso, una periodicidad para limpiarlo.

Lo que aconsejan es hacer una limpieza ligera, ya sea semanal o después de cada uso, que consistiría en limpiar las superficies visibles y los derrames con un paño húmedo o una esponja. En caso de usar el horno con frecuencia, de manera mensual o cada 3 meses, por ejemplo, hacer una limpieza más profunda. Retirando las bandejas, limpiándolas por separado y limpiando las paredes del horno, el techo y el suelo del horno. Para que limpiar el horno resulte mas sencillo de lo que, a priori, puede llegar a parecer, es interesante seguir estos prácticos trucos.

3 trucos para limpiar el horno y dejarlo como nuevo

Bicarbonato de sodio y vinagre

El primero de los trucos para limpiar el horno tiene a dos de los mejores aliados de limpieza como protagonistas: el bicarbonato de sodio y el vinagre. Eso sí, es un truco que los expertos recomiendan poner en práctica solo en el caso de que el horno esté muy sucio. Es decir, en aquellos casos en los que no se limpia tras su uso, por ejemplo. Para poner en práctica este método lo recomendable es hacerlo por la tarde. ¿La razón? Habrá que esperar aproximadamente 12 horas para que termine el proceso de limpieza.

  • Mezclar en un recipiente 10 cucharadas de bicarbonato de sodio, 3 de vinagre y 4 de agua. Tras mezclar los ingredientes quedará una pasta espesa.
  • Sacar la bandeja del horno y, con la ayuda de una espátula de silicona, impregnar el horno con esta combinación de ingredientes.
  • Dejar que la mezcla actúe durante, aproximadamente, 12 horas.
  • Una vez trascurrido ese periodo de tiempo, coger una esponja, humedecerla con jabón casero o jabón neutro y aclarar el horno hasta eliminar todos los restos que hayan podido quedar en el horno.
  • Pasar un paño o una bayeta húmeda para retirar el jabón que haya podido quedar sobre la superficie.
  • Encender el horno a temperatura baja durante 10 minutos. Así, el horno terminará de secarse.

Limón

El limón, junto con el bicarbonato de sodio y el vinagre, un excelente aliado para limpiar. Un desengrasante natural que elimina cualquier olor desagradable en cuestión de minutos.

  • Extraer el zumo de 3 limones, verterlo en un recipiente que se pueda introducir en el horno y añadirle una tercera parte de esa cantidad de agua. Añadir también la piel del limón.
  • Meter el recipiente al horno y ponerlo a 120ºC durante, aproximadamente, 30 minutos.
  • Una vez trascurrido este periodo de tiempo, cuando el horno no esté demasiado caliente, retirar el recipiente que contenía la mezcla.
  • Limpia las paredes del horno con un paño.

Sal

El último de los trucos para limpiar el horno, que tiene a la sal como protagonista, está pensado para limpiar el horno cuando no está demasiado sucio. Para hacerlo, hay que seguir los siguientes pasos:

  • Retirar las bandejas del horno.
  • En un bol, mezclar medio litro de agua y 250 gramos de sal común.
  • Extender la mezclar por el interior de la puerta y las paredes del horno.
  • Dejar que la mezcla se agua y sal actúe durante 20 minutos.
  • Aclarar con una bayeta o un paño húmedo.