Teherán - Los conservadores iraníes tienen bastantes opciones de arrebatar el control del Parlamento a los reformistas, que han decepcionado a parte de sus votantes y que se han visto perjudicados por la descalificación de sus principales candidatos. El llamado Mayles en farsi estuvo dominado durante la última legislatura por los reformistas y moderados, corriente a la que también pertenece el presidente, Hasan Rohaní, que tuvieron especialmente un gran triunfo en Teherán, donde se alzaron en 2016 con los 30 escaños en juego. Sin embargo, todo apunta a que la Cámara de 290 diputados cambiará de manos en los comicios de mañana, en los que los conservadores o principalistas están mejor situados, siendo liderada una de sus listas en Teherán por el antiguo alcalde y excomandante de la Guardia Revolucionaria Mohamad Baqer Qalibaf. El número tres de esa lista, Reza Taqaví, representante del líder supremo en el Ministerio de Agricultura, dijo en tono populista en un acto de campaña que van a lograr "un Parlamento valiente, antiestadounidense y que apoye a los débiles".

La lista de Qalibaf y Taqaví, auspiciada por el Consejo de Coalición de las Fuerzas de la Revolución, está integrada por conservadores de la línea dura y es la que parece tener más posibilidades de hacerse con un buen número de escaños en la circunscripción de Teherán.

Con el nombre de Irán con la cabeza alta y bajo el lema Salvación de la economía de Irán, engloba a varios principalistas de renombre, entre los que también destaca el exministro de Cultura Mostafa Mirsalim, quien concurrió como candidato a las elecciones presidenciales de 2017.

Además, otros partidos conservadores han formado la lista Frente de sostenibilidad, encabezada por Morteza Aqa Tehraní. Este grupo se ha unido con el de Qalibaf en otras ciudades de Irán y hay rumores de que igual en Teherán también se fusionarán. Uno de los candidatos de Irán con la cabeza alta, Abdolhosein Ruholaminí, explicó que el objetivo de su lista es que el próximo Parlamento sea "fuerte y eficiente y pueda llevar a cabo un cambio serio en la legislación y la supervisión de la gestión del país". "Con la ayuda de Dios tendremos un Parlamento revolucionario, más en contra de Estados Unidos y que en realidad pueda resolver los problemas económicos del país", subrayó. Frente a los conservadores, la otra corriente política en Irán es la de los reformistas o moderados, que han visto como el Consejo de Guardianes, el órgano que debe aprobar a los aspirantes al Parlamento y a la Presidencia, descalificaba a sus principales candidatos.

El Consejo de Guardianes aprobó las candidaturas de unas 7.100 personas, casi el 50% de los aspirantes. Entre los candidatos rechazados en esta criba, la mayor realizada en las últimas convocatorias electorales, figuran 75 de los actuales diputados, en su mayoría los reformistas más conocidos y críticos como Mahmud Sadeqí y Alí Motaharí.