Johannesburgo - Sudáfrica dio ayer su último adiós a la política y activista Winnie Madikizela-Mandela, segunda esposa del presidente del país Nelson Mandela, con un funeral multitudinario en el que se recordó su vida de sacrificio y se reivindicó su papel histórico en la lucha contra el apartheid. Con honores de Estado y a hombros de militares, el féretro de la considerada “madre de la nación” llegó a primera hora de la mañana al Orlando Stadium de Soweto (Johannesburgo), cubierto por una bandera sudafricana.
Allí se congregaron cerca de 40.000 personas, llegadas desde todos los puntos del país, que, a lo largo de las casi cinco horas que duró la ceremonia, fueron progresivamente abarrotando las gradas. La ceremonia estuvo presidida por los miembros de la familia, junto al jefe de Estado sudafricano, Cyril Ramaphosa, y otros altos cargos del Gobierno y del CNA. - Efe