Erbil - La región autónoma del Kurdistán celebró ayer un referéndum para decidir sobre su independencia de Irak, que elevó las amenazas con el cierre de los límites fronterizos con el Kurdistán y el envío de tropas a los territorios disputados. Los colegios electorales cerraron sus puertas una hora después de lo previsto y se registró una participación que superó el 78% en las cuatro provincias kurdas -Dohuk, Erbil, Suleimaniya y Halabja- y en las provincias disputadas de Kirkuk, Diyala y Nínive, según datos oficiales.

Esas regiones dependen administrativamente del Gobierno central, pero son controladas de facto por las fuerzas de seguridad kurdas peshmergas.

La Alta Comisión Electoral del Kurdistán no reveló cuándo dará a conocer los resultados, pero varios observadores internacionales señalaron que los resultados se harán públicos en hoy o mañana miércoles, ya que ayer ya dio comienzo el recuento de las papeletas, en las que los votantes tenían que elegir entre sí o no a la pregunta en kurdo, árabe, turcomano y asirio: “¿Quiere que la región del Kurdistán y las zonas kurdas fuera de la administración de la región se conviertan en un estado independiente?”.

La jornada electoral -día festivo en todo el Kurdistán- transcurrió “con normalidad” y sin ningún tipo de incidente. Los votantes se ataviaron con sus mejores galas y vestimentas tradicionales para acudir a las urnas, y todos los preguntados en Erbil -capital de Kurdistán- votaron a favor, con el deseo de poder convertirse en un Estado próximamente.

Husein Abdelsharif, de 44 años de edad, votó por el bale (sí, en kurdo) y aseguró tras depositar su papeleta: “No necesitamos agua, no necesitamos comida. Solo necesitamos un país”. “Hemos sido iraquíes hasta ahora pero no hemos vivido una vida normal como los iraquíes”, afirma, en alusión a las masacres que ha vivido el pueblo kurdo bajo el mandato de Sadam Husein, y evoca el ataque químico contra la ciudad de Halabja, en el oeste de Irak, el 16 de marzo de 1988, que acabó en pocas horas con la vida de 5.000 personas -en su mayoría mujeres, niños y ancianos- y que pasó a ser el peor capítulo de su cronología.

En el lujoso hotel de Rotana, en Erbil, los mejores vestidos y trajes eran paseados por familias invitadas por el Gobierno del Kurdistán Iraquí para votar en una gran sala. “No puedo votar porque soy demasiado pequeño, pero estoy feliz de estar aquí. Espero que haya pronto un Kurdistán independiente”, señalaba por su parte un menor.

Bagdad eleva las amenazas El plebiscito elevó la tensión entre el Gobierno de Erbil y el de Bagdad, así como con los países fronterizos -Irán y Turquía-, que rechazan frontalmente esta consulta, al igual que parte de la comunidad internacional, que ve en la votación una nueva fuente de inestabilidad para Oriente Medio.

El Parlamento iraquí pidió ayer al primer ministro, Haidar al Abadi, el despliegue de fuerzas de seguridad en las zonas disputadas con el Kurdistán, así como el cierre de los pasos terrestres, informó un diputado, un día después de que el titular iraquí dijese que no reconocería los resultados de esta consulta de “secesión”.

Por su parte, el presidente kurdo, Masud Barzani, arguyó que tras el referendo negociaría con Bagdad “uno, dos o más años”, pero que no volvería al “fallido acuerdo” de la Constitución de 2005, en la que se le reconoce al Kurdistán su autonomía, en el marco de un Irak definido como Estado federal. Además, en las últimas semanas han aumentado las tensiones entre las diferentes comunidades en los territorios disputados del Kurdistán, como la vecina provincia de Nínive, donde los habitantes de las comarcas de Bartalá, Al Hamadaniya y Tel Kief no pudieron votar porque las milicias progubernamentales Multitud Popular prohibieron la llegada de las urnas a la zona.

Asimismo, en la disputada y rica en petróleo provincia de Kirkuk, se decretó un toque de queda para los vehículos antes del cierre de las urnas y para los ciudadanos a partir del cierre de los colegios. Más de 5,3 millones de kurdos estaban llamados a votar, así como la diáspora -unos 150.000 kurdos- que empezó a votar el pasado 23 de septiembre a través de un sistema electrónico hasta el día de ayer.