Miami - El ojo de la tormenta tropical Harvey, que deja “inundaciones sin precedentes” en el sureste de Texas, se movía ayer “lentamente” en aguas del Golfo de México, aunque podría volver a tocar tierra en los próximos días. En su boletín de las 15.00 GMT de ayer, el Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Estados Unidos indicó que Harvey se hallaba a cuarenta kilómetros al este-noreste de Port O’Connor y presentaba vientos máximos sostenidos de 65 kilómetros por hora. El ciclón, que provocó la muerte de al menos cinco personas según el Servicio Meteorológico Nacional, se desplaza lentamente hacia el sureste con una velocidad de siete kilómetros por hora. El NHC instó de nuevo a la población del sureste de Texas a “permanecer en lugar seguro, no intentar viajar a las áreas afectadas y evitar conducir por carreteras inundadas”, dado que “continúan las inundaciones” que “ponen el peligro las vidas humanas”. “Las catastróficas y peligrosas inundaciones continúan en el sureste de Texas, con inundaciones repentinas en varias zonas”, alertaron los expertos del NHC.

Se mantiene un aviso de tormenta tropical (paso del sistema en 36 horas) desde Mesquite Bay hasta High Island, en Texas. El ojo de Harvey se situó ayer en la zona central de Texas en aguas del Golfo de México y se espera que permanezca hasta hoy, martes, alejado de la costa, para “tocar tierra de nuevo en la noche del miércoles o mañana del jueves en la costa alta de Texas”, precisó un meteorólogos del NHC, con sede en Miami.

podría intensificarse Harvey, que podría intensificarse ligeramente en las próximas horas, dejará una acumulación total de lluvia de entre 38 y 63 centímetros hasta el viernes próximo sobre la costa alta de Texas y el suroeste del estado de Luisiana. Pero las lluvias en zonas aisladas pueden producir acumulaciones hasta 1,2 metros en zonas de la costa alta de Texas, incluidas las zonas metropolitanas de Houston y Galveston. Harvey, que la noche del viernes tocó tierra en Texas como huracán de categoría 4 y vientos máximos sostenidos de 215 kilómetros por hora, continúa generando “peligrosas” marejadas ciclónicas. Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aprobó ayer la declaración del estado de emergencia en el Estado de Luisiana, afectado al igual que el de Texas por graves inundaciones debidas al paso del ciclón Harvey, informó la Casa Blanca.

Esta declaración autoriza al Departamento de Seguridad Nacional y a la Agencia Federal para la Gestión de Emergencias a coordinar todos los esfuerzos de socorro en casos de desastre y libera fondos federales para afrontar la tragedia.

“Esta acción ayudará a aliviar las dificultades y el sufrimiento que la emergencia ha causado a la población local y proporcionará asistencia apropiada para las medidas de emergencia requeridas”, aseguró la Casa Blanca en un comunicado. - Efe