Cancún - La Comunidad del Caribe (Caricom) y Venezuela arrebataron a México en el último minuto un éxito diplomático que se daba por seguro el lunes en la reunión de cancilleres previa a la 47 Asamblea General de la OEA, que concluyó el miércoles en Cancún. El primer día de la cumbre naufragó una resolución sobre la crisis de Venezuela consensuada en un principio por el grupo de los 14 integrado por países como México, EEUU, Canadá y Brasil, y el propio Caricom, que pedía al Gobierno de Nicolás Maduro reconsiderar la Asamblea Constituyente, entre otras demandas.

El documento fue negociado por dos equipos: Brasil, Estados Unidos y Perú, en representación del grupo de los 14 impulsor del encuentro; y Antigua y Barbuda, Guyana y Barbados, en nombre del Caricom. Los negociadores del Caricom prometieron al menos diez votos en la sesión del lunes, cuando se requerían 23 respaldos para sacar adelante la resolución, pero finalmente solo obtuvieron seis. Una fuente diplomática dijo que el grupo de los 14 llegó a “tener la expectativa de 25 a 27 votos”, contando incluso con aliados de Venezuela en la Alianza Bolivariana (ALBA) como El Salvador y Ecuador.

La retirada en el último minuto de cuatro de los países del Caricom -entre ellos uno de los negociadores del texto- se debió a presiones ejercidas por la canciller de Venezuela, Delcy Rodríguez. Y es que, según las fuentes, esas naciones son muy vulnerables en términos económicos, dado que tienen una deuda con Venezuela por el petróleo subvencionado durante años a través de Petrocaribe.

Así, el texto solo logró el apoyo de 20 naciones que, según dijo ayer el canciller mexicano y presidente de la 47 Asamblea General, Luis Videgaray, enviaron un mensaje “muy claro” a los venezolanos que sufren la “gravísima” crisis en su país. Aunque la reunión del lunes acabó sin resolución -ese mismo día naufragó otra más suave presentada el 31 de mayo pasado en Washington por el Caricom, que consiguió solo ocho votos-, los cancilleres acordaron suspenderla para abordar el tema más adelante. Esa misma jornada Videgaray pidió a los periodistas permanecer atentos porque cualquier cosa podía ocurrir durante la Asamblea que empezaba esa noche, en un anuncio de que seguirían las esfuerzos para sacar adelante un texto. Fuentes diplomáticas explicaron que las únicas opciones que quedaban eran presentar un proyecto de resolución en la Asamblea o introducir un párrafo sobre Venezuela en un documento general ya propuesto, pero se desestimó.