En un mercado en que las apariencias priman casi tanto como la calidad o el precio, el SsangYong Rodius consiguió echar sólidas raíces. Ahora el constructor coreano ha dado parte de razón a los detractores del diseño original transformando la imagen de su colosal monoespacio. El imponente y capaz modelo, apto para siete adultos con mucho equipaje, experimenta una metamorfosis de la que sale bastante bien librado. Nunca será uno de esos automóviles de compra pasional, pero al menos consigue desprenderse de los rasgos más controvertidos de su fisonomía.

El cambio de imagen lo acerca al estilo de los crossover, ámbito en el que también encaja su oferta de tracción integral conectable con tres modalidades de respuesta (antes ofrecía sistema 4x4 permanente). La nueva entrega releva el anterior propulsor diésel de 2,7 litros por el más moderno y eficiente dos litros de 155 caballos. Esta unidad compartida con el Korando consigue contener el promedio de gasto en 7,5 litros cuando monta la nueva caja manual de seis velocidades y reclama 8,1 con transmisión automática. Es con esta caja, y asociada a la definición más sofisticada, con la que propone la posibilidad de tracción 4x4.

El Rodius parece algo más esbelto, pero no por ello pierde su principal cualidad: la habitabilidad. Aprovecha su corpulencia (tiene 5,13 metros de largo, 1,91 de ancho, 1,81 de alto y 3,0 entre ejes) para acomodar en su seno a siete ocupantes en tres líneas de asientos (2+2+3); lo logra dejando un hueco de carga inusitadamente amplio (875 litros), lo que lo convierte en un producto excepcional. SsangYong sugiere tres niveles de acabado que, en función del tipo de transmisión elegido, escalonan la tarifa desde 25.280 a 35.900 euros.