Quienes siguen el Tour de Francia, y no con la única intención de echarse la siesta veraniega con el sonido del helicóptero y de los comentaristas frente al televisor, saben que es mucho más que una carrera ciclista. Que todo lo que rodea a la Grande Boucle se transforma, se tunea para homenajear a la prueba más importante del mundo y a los corredores que en ella participan.

Sean o no seguidores del ciclismo, los habitantes de los pueblos y ciudades salen a la carretera al paso de los deportistas, decoran sus casas con motivos relacionados, colocan pancartas, diseñan imágenes curiosas en los campos de cultivo y un largo etcétera de iniciativas. Se trata de una fiesta popular en la que todo el mundo quiere participar pese a que los ciclistas aparezcan y desaparezcan en cosa de segundos.

Valenciennes se engalana

Algo más de tiempo tienen las localidades que son salida o meta de una etapa del Tour, que se revolucionan durante ese día para acoger a toda la caravana ciclista, incluida la publicitaria, que reparte obsequios de todo tipo y uniforma a buena parte de los espectadores. Y los comercios de esas ciudades también se preparan para sentirse integrados con la llegada de la ronda gala.

Como lo ha hecho un establecimiento de Valenciennes, ciudad de menos de 50.000 habitantes situada al norte de Francia, a unos 50 kilómetros de Lille. Esta localidad de la región de Alta Francia acogía este lunes la salida de la tercera etapa del Tour con destino a Dunkerque a lo largo de 178 kilómetros y que se resolvió al sprint con el triunfo del velocista belga Tim Merlier (Soudal-Quick Step). Y entre los comercios engalanados para la ocasión destacó una funeraria.

Decoración de muerte

Parece difícil que un establecimiento funerario pueda decorarse para mimetizarse con el Tour, pero ha sabido hacerlo y se ha hecho muy popular en las redes sociales. No ha tirado de humor negro, teniendo en cuenta que no es tan raro que un ciclista sufra una caída mortal, sino que ha utilizado los colores de los maillots que distinguen a los líderes de las principales categorías de la carrera.

Así, en el escaparate han situado tres ataúdes en vertical simulando un podio, con cada uno de ellos a diferente altura y el del medio el más alto. Ese precisamente está pintado de amarillo, como el líder de la clasificación general del Tour. Y flanqueándolo se encuentran uno blanco con puntos rojos, que distingue al líder de la montaña, y otro verde, color que viste el líder de los puntos.