“Era un chiste solamente”. “Qué sensible”. “Tú estás loca, eso no fue así”. ¿Os suenan, verdad? Estoy segura de que la mayoría lo habéis tenido que escuchar alguna vez en el trabajo. Aunque algún compañero os haya hecho sentir ignorada, incómoda, ofendida o menospreciada en alguna ocasión, en general el tema se deja pasar o se mira para otro lado. Porque claro, si en vez de dejarlo pasar, te has atrevido a dar un paso adelante, enfrentarte a la situación y parar a ese compañero para que no vuelva a repetirse, “resentida o feminazi” son solo algunos adjetivos que se te van a asignar. Hablo de actitudes sutiles o casi imperceptibles de violencia de género que se desarrollan en la cotidianidad del mundo laboral, un tipo de violencia que también es conocida como “violencia de baja intensidad o micromachismos”. Puede ser que pelees y te defiendas pero sigues obteniendo las mismas palabras: “eres muy exagerada”, o un simple y muy recurrente “estás loca”. Y muchas veces, ante estas respuestas, en vez de seguir peleando, permites que surja la duda en tu interior en un intento de no crear mal ambiente en el trabajo con los demás. Pero, aunque sea difícil, hay que frenarlo desde el minuto uno. Por ti, y también por las que vienen detrás.
- Multimedia
- Servicios
- Participación
