l domingo pasado había quedado con mi amiga Leire para hacer una ruta a pie. La Ruta del Agua de Berganzo, exactamente. El sábado me preparé la mochila y la ropa que iba a llevar para no hacer mucho ruido y evitar así despertar a mi hija cuando me levantase. Llegó el domingo. Nada más despertarme me dirigí a la sala con la única luz que me ofrecía la linterna del móvil. Encendí la luz de la sala, apagué la del móvil y, como de costumbre al despertarme, activé el 4G en el teléfono. Comencé a vestirme como una auténtica montañera mientras iba escuchando el ruido de la vibración del móvil de fondo. Me están llegando un montón de mensajes de WhatsApp, pensé. Hasta que por un momento se me abrieron los ojos como platos al acordarme de mi compañero de trabajo. Efectivamente, tenía un mensaje suyo: "Barkatu por las horas, pero estamos en Txago y todo apunta a que la peque nace hoy". Esto daba un giro a mis planes, tenía que ir a trabajar. Mira compi, te voy a decir una cosa: ¡Nunca me ha importado menos ir a currar! Eso sí, me debes un trago. Zorionak familia! Convertirse en padre por primera vez es una experiencia vital única e irrepetible. Es comprender que el amor es mucho más de lo que se puede expresar con palabras. Os deseo lo mejor en esta nueva y maravillosa etapa.
