En el mundo de las mascotas en los hogares, los gatos y los perros son los reyes, pero detrás de ellos, y admitidos como animales de compañía en la futura ley de Bienestar Animal, los hurones le siguen los pasos. Dicen que tiene lo mejor del perro y del gato, pero que sus cuidados son distintos.

Entre estos cuidados está la higiene y la gran duda que se plantea a muchos de los propietarios es la conveniencia de bañarlos y cada cuánto tiempo.

En este aspecto hay una fuerte división de opiniones. Son muchos los expertos que sostienen que los hurones son unos animales limpios que, como los gatos, se acicalan ellos mismos, por lo que no es necesario bañarlos con agua y jabón. El problema para muchos de los humanos que conviven con ellos es el olor que desprenden estos animales y que puede ser muy molesto. Por ello es una tendencia el tratar de eliminarlo, o al menos minimizarlo, con los baños y champús específicos.

Los hurones son una mascota que llegó como animal de trabajo y ahora es un miembro más de la familia. Freepik

Aquí es donde puede empezar un círculo vicioso que no tenga fin y perjudique gravemente a nuestra mascota. Estos baños pueden eliminar los aceites protectores que ellos mismos segregan y causas la larga daños dérmicos. Pero además, la ausencia puede hacer que el organismo del hurón se fuerce a producir más y con ello el olor que desprende se acentúe.

Una segunda razón para bañarlos es que durante alguno de los paseos se manche mucho de tierra, barro o arena. En estos casos, es mejor dejar que sean ellos mismos los que se limpien a su ritmo. O en el caso de que los pegotes sean considerables, ayudarles un poco frotándolos con suavidad con la ayuda de un paño levemente humedecido. Un buen cepillado también ayuda mucho.

Una forma de prevenir el exceso olor y de ayudarlos a mantenerse aseados es limpiar con frecuencia y con profundidad su jaula y los objetos que utilice, desde los juguetes hasta la cama y las mantas, pasando por el arenero. Además de cuidar la higiene general, de esta manera se evita que el propio animal, una vez limpio vuelva a impregnarse de estos olores.

Si hay baño, que sea así

Pero a veces puede que no quede más remedio que darles un baño. Lo primero que hay que saber que no debe ser una actividad rutinaria, sino excepcional. Como mucho, este baño no debe hacer más de una vez al mes.

Bañar a un hurón debe hacerse con mucho cuidado y evitando el jabón en la cabeza- Freepik

Una vez puestos manos a la obra, hay que utilizar productos específicos para hurones, que ayuden a proteger la piel. Y como en el caso de cualquier otra mascota, lo primero es dejar todo lo que se necesite a mano antes de empezar.

Para realizar en baño con eficacia se necesita un recipiente que haga de tina de baño. Una palangana puede servir ya que no tiene mucha altura y basta un poco de agua para que el animal no se agobie y esté cómodo. El lavabo también sirve, pero tiene el inconveniente de que si se escapa puede caerse de cierta altura. A ello hay que unir el champú específico, unas toallas y un cepillo. No está de más unas cuantas chuches para ayudarle a tranquilizarse y premiarlo.

Con el agua templada para él y un tanto caliente para el humano (hay que señalar que la temperatura corporal de los hurones se mueve en torno a los 38-39 grados, algo más que la humana), ir mojándolo suavemente, como si fuera un juego, con la mano, acariciándolo. Si es de los que les gusta el agua, será rápido y se puede emplear un cazo o el propio grifo. Si no, con paciencia y suavidad, empezar por las patas e ir subiendo.

Cuando ya este bien mojado, poner un poco de champú en la mano, hacer espuma y aplicarlo a la piel del hurón. Este jabón solo debe ir del cuello a la cola, la cabeza debe quedar libre. Una vez bien frotado, hay que enjuagarlo. Para ello hay que quitar el agua del baño y cambiarla por otra limpia. Este proceso hay que repetirlo hasta estar completamente seguro de que se ha eliminado cualqueir resto de producto.

Solo queda secar a nuestra mascota. Estos animales se enfría con facilidad, y una razón más para limitar los baños a los imprescindible y muy necesario, por lo que conviene envolverlo en una toalla para eliminar la humedad. Aunque se le puede frotar, lo más probable es que sea él quien se revuelque dentro de la toalla para secarse. Hacerle u dio con un par de toallas para que se meta dentro y se frote puede ser hasta un juego.