Cada vez falta menos para el 22 de diciembre, el día en el que tendrá lugar un evento muy esperado: el Sorteo Extraordinario de la Lotería de Navidad. Una fecha en la que millones y millones de personas esperan ser las agraciadas y cambiar su suerte al escuchar que su décimo ha sido el premiado.
Aun así, también hay que tener en cuenta que no todo vale, ya que todos los años esta celebración acaba en conflictos o denuncias para quienes no saben jugar limpio y traspasan los límites legales.
El lado menos amable del sorteo
A pesar de que es un día marcado en el calendario por muchos, lo cierto es que hay algunas situaciones que pueden torcerlo. Esto ocurre cuando hay normas que no se respetan, haciendo que un momento de alegría pueda terminar en decepción.
Por eso mismo, las autoridades señalan que hay algunos actos que pueden ser motivo de delito e incluso castigados con penas de cárcel, si son los más graves.
La apropiación indebida
En estas fechas, muchas familias, grupos de amigos o compañeros de trabajo apuestan por repartir la cantidad del premio a partes iguales. Sin embargo, el problema llega cuando, al ser los afortunados, uno de los participantes no cumple con su palabra.
Esta situación supone una apropiación indebida al no querer repartir el premio. Como consecuencia, la ley valora penas de prisión de hasta tres años si se trata de cantidades mayores a los 400 euros.
Por lo tanto, lo más recomendable es dejar pactado por escrito cómo se dividirá el premio entre todos los participantes, ya sea con mensajes que así lo demuestren o con una fotocopia firmada del billete.
Robos y hurtos
Otro incidente habitual es el robo de un décimo premiado después del sorteo. Cuando un número gana, y al ser objeto de deseo de otros participantes, hay quienes intentan hacerse con él a toda costa, ignorando las consecuencias.
Aunque todo dependerá de las circunstancias en las que ha tenido lugar el hurto y el valor del premio, las sanciones pueden ser de hasta cinco años de prisión.
Falsificaciones
Algo muy parecido ocurre con los boletos, que, al ser ser considerados valores del Estado, no se pueden falsificar. A pesar de que las medidas de seguridad hayan mejorado, el sitio más seguro para dar con los décimos es en establecimientos oficiales.
Los décimos extraviados
Dar un décimo de lotería perdido y apropiárselo también es algo que no se puede hacer jamás. Según la legislación, es obligatorio entregar a las autoridades cualquier billete encontrado.
Así las cosas, quien no lo devuelve y decide cobrar el premio que no le corresponde, corre el riesgo de sufrir sanciones penales y económicas que pueden estropear estas fechas navideñas.
Toda una tradición
Al margen del deseo de ganar, la Lotería de Navidad es ya toda una tradición, sobre todo por la costumbre de comprar varios décimos y de compartir momentos e ilusión con los seres queridos, en una fecha marcada en el calendario: 22 de diciembre.
Con millones y millones de euros en juego y premios repartidos, este sorteo es una esperanza para todos los participantes y una fuente de ingresos económicos para muchos barrios y pueblos en donde el turismo no es su mayor atractivo.
