¿Soy optimista si pienso que, en términos generales, no estamos tan mal como creímos que estaríamos al comienzo de la invasión de Ucrania?
–Eres realista diría yo, ya que los mercados financieros y todas las previsiones económicas apuntaban al comienzo de 2022 que la primera parte del 2023 iba a ser muy dura en términos de ralentización económica. Afortunadamente, estas previsiones no se están cumpliendo ni en Euskal Herria ni en España.
Y ahora, ¿hacia dónde puede evolucionar la situación?
–Estamos inmersos en una situación de estancamiento económico y de elevada inflación, lo que se define como una estanflación, pero es cierto también que la ralentización económica da señales de mejora, así como la inflación lentamente se está reduciendo. Todavía estamos lejos de los valores ideales que nos gustaría tener. Eso apunta que tendremos otra segunda parte del 2023 a la espera de despejar.
¿El fin del conflicto tranquilizaría del todo el escenario?
–Seguramente ayudaría, restando incertidumbre a la que ya está de por sí en el contexto económico actual. Las medidas que indican eliminar ciertas ayudas o beneficios a las exportaciones de productos ucranianos lanzan señales de cómo el contexto económico ya ha descontado este conflicto y ya avanza sin tenerlo en cuenta como un problema económico.
Nos dicen que la inflación se modera, pero me temo que los precios no van a volver a niveles ni parecidos a los hace año y medio…
–Que la inflación se modera significa que deje de crecer. Todo lo que sube difícilmente baja, pero si deja de subir y hay un cierto ajuste salarial, eso nos permite tener bajo control el desmadre que hemos tenido con los niveles generales de precios durante los últimos dos años. Mi convicción es que dejaremos de hablar de la inflación como hemos hecho con el covid. Eso no significa que el virus haya desaparecido, sino que simplemente está bajo control.
¿Han servido para algo las reducciones o eliminaciones del IVA de los productos básicos?
–Sí, han sido necesarias, pero no suficientes, ya que la subida de precios ha sido tan brusca que ha restado eficacia a estas medidas.
¿Fue útil la rebaja de 20 céntimos por litro de combustible?
–Ha sido fundamental pero esta y otras medidas desafortunadamente irán desapareciendo lentamente mientras se estabilice la inflación, debido a que habrá que mantener en orden las cuentas públicas en los próximos años.
¿Cuánto poder adquisitivo hemos perdido? ¿Quiénes han perdido más?
–Aproximadamente, durante estos últimos dos años hemos perdido entre un 13% y un 15% de poder adquisitivo y eso es más duro entre los colectivos más vulnerables.
¿Qué va a pasar con los tipos de interés?
–Subirán un poco más antes del verano, pero ya estamos cerca de la estabilización. Otra cosa es discutir de cuándo volverán a bajar. Eso ya será tema de los próximos años.
¿En cuanto salgamos de esta crisis, nos meteremos en otra?
–Probablemente sí, debido a los ciclos económicos, pero hay que esperar todavía a que eso se produzca. Por ahora, pensemos en seguir esquivando la que tenemos cerca como hemos hecho hasta ahora.