Último gudari de la Marina Auxiliar de Euskadi que nos quedaba: Recibo con tristeza la noticia de su muerte a apenas diez días de cumplir 101 años. Nos queda como consuelo que, por lo menos, sí llegó a tiempo de recibir el reconocimiento oficial de las instituciones que hoy dan continuidad a aquellas por las que usted expuso su vida en condiciones heroicas sin matices. Es imposible no emocionarse al leer la entregada semblanza de su buen amigo Iban Gorriti, que cuenta cómo se embarcó siendo apenas un mocoso de 14 años y cómo se mantuvo literalmente al pie del cañón hasta que estuvo todo perdido. Después, con la palabra como arma, siguió luchando contra el olvido y contra el fascismo, que tienden a ser una misma cosa.