Lo que Pablo Iglesias calificó como “ensalada de hostias” de Yolanda Díaz en La Sexta ha inspirado a los columneros de la derecha a base de bien. La sorpresa en La Condomina es que parte de los y las amanuenses ven en la lideresa de Sumar una aliada. Sigan leyendo y verán por qué.
"Díaz y Díaz, Ayuso y Yolanda, conforman una alianza potente en el empeño de vencer a Frankenstein"
La que más claramente lo dice es Isabel San Sebastián. Según ella, entre las dos Díaz (Ayuso y Yolanda) se van a llevar por delante a Pablo Iglesias : “Constituye una deliciosa paradoja el hecho de que Pablo Iglesias, 'macho alfa' por excelencia de la política patria, vaya a terminar sus días de gloria liquidado por dos mujeres: Isabel Díaz Ayuso, quien le propinó una paliza electoral tan letal como para sacarlo de la escena parlamentaria, y Yolanda Díaz, cuya labor de zapa (o traición, según se mire) lo va a dejar sin partido, sin votantes y sin plaza en la que mandar. Él, que cambiaba de favorita con más frecuencia que de camisa y encumbraba a la escogida sin otro criterio que su albedrío, condenado al ostracismo por una hembra a la que intentó vencer, cosechando una estruendosa derrota, y otra que pretendió controlar y le ha salido respondona”. Pero, según el pronóstico de la torrencial opinatera de ABC, después de Iglesias, las extrañas aliadas acabarán con Sánchez: “Díaz y Díaz, Ayuso y Yolanda, conforman una alianza potente en el empeño de vencer a Frankenstein, primero el 28 de mayo, en ayuntamientos y comunidades, y después en las generales, donde se decide el Gobierno de una España desesperadamente necesitada de cambio”.
"Si Yolanda Díaz sigue así va a conseguir que en las generales haya una izquierda más dividida que nunca. Y hay que agradecérselo"
El diario ultracatólico El Debate también tiene depositadas sus esperanzas en la política gallega y por eso le da un flechita hacia arriba en la sección Las caras de la noticia: “Hay que reconocer por una vez a la vicepresidente que ha dicho varias verdades al descalificar a Fernando Grande-Marlaska por la tragedia de Melilla, a su promotor a la condición de vicepresidente, Pablo Iglesias, que la designó a dedo y a Ione Belarra y Podemos de los que dijo que lo que quieren es hablar de dinero y de listas y muy poco de programa. Si sigue así va a conseguir que en las generales haya una izquierda más dividida que nunca. Y hay que agradecérselo porque eso necesariamente será bueno para España”.
Siguiendo ese mismo argumentario, el subdirector del digital de sacristía, Luis Ventoso, ya se ha escrito su propio cuento de la lechera que termina con Feijóo en Moncloa gracias a Díaz: “Si el PSOE sale achicharrado de las autonómicas y palma las generales, mi pronóstico es que comenzaría la cuenta atrás que acabaría convirtiéndolo en una marca residual. En realidad se produciría un gran corrimiento del mapa político español. El PP templado de Feijóo pasaría a ser algo así como el PSOE de la etapa de González. El PSOE sería suplido por un nuevo frente de izquierda dura”.
Es también la versión de Félix Madero en Vozpópuli. Díaz se ha merendado a Iglesias a por Sánchez: “Esto es lo que hay. Y esto es lo que viene, autofagia política sin necesidad de disimular. Yolanda ha terminado con un Podemos que vive en sus últimos estertores, y se prepara para darle un bocado a Sánchez de 500.000 votos, que decían aquí ayer. Lo que no quita para que cuanto más conoce al presidente más sienta lo cariñoso que es. Y remata a su manera: Se lo digo en serio”.
Según el editorialista de La Razón, la parte socialista del gobierno español ya ha empezado a temblar: “Hay en Moncloa y en Ferraz cierto desasosiego con los primeros pasos de la vicepresidenta una vez autoinvestida como aspirante a relevar a Sánchez, porque ni su discurso ni, sobre todo, las encuestas encajan con el relato previsto. Una cosa es marcar perfil propio, despacharse a gusto contra Pablo Iglesias, hundir la intención de voto de los morados, y otra que, abierta la veda, dispare sus prédicas contra el presidente, Marlaska y el PSOE en general, con la merma de votos correspondiente. Se intuyen daños colaterales indeseados que pueden costar muy caro a la izquierda”.
"Díaz es Podemos pero sin ofender a casi nadie, para engañar a demasiados"
Y ahora, una interpretación para dejarnos con los ojos como platos. Sostiene Iñaki Ellakuria en El Mundo que Iglesias no solo no ha perdido sino que ha ganado. En su maldad infinita, el fundador de Podemos se inventó a Yolanda Díaz para instaurar el comunismo. Se lo juro: “Aunque el triunfo más importante de Iglesias, en su demolición de la democracia del 78, muy a su pesar se llama Yolanda Díaz. La vicepresidenta, a la que eligió como su sucesora, representa la mutación ligera y ñoña de la podemia. Y por lo tanto, mucho más peligrosa electoralmente, al no provocar el rechazo de Iglesias, Montero y Belarra, pese a encarnar lo mismo. Díaz es Podemos pero sin ofender a casi nadie, para engañar a demasiados”.
"Díaz quiere sumar con una sonrisa en la boca y el piolet en la mano. Esto es el comunismo
Así llegamos a la otra facción de opinateros, los que tienen claro que Díaz es peor que Iglesias. Así lo escribe Armando Zerolo en El Español: “Quiere sumar con una sonrisa en la boca y el piolet en la mano. Esto es el comunismo. Coger la cuestión social, pasársela por las barricadas y convertirla en cuchillos largos. Hay que sonreír porque las fábricas son tristes y España demasiado seria como para hablar de ello. Con cosas serías no se ganan elecciones, parece habernos querido decir”.
También en el digital de Pedrojota, Manuel Mañero repite la letanía: “Sumar es el proyecto con el que Díaz va a homologar la marca comunista para vincularla al PSOE, en un estado de descomposición de las ideas que es el que denuncia la facción más ideologizada del espectro radical. Eso lo saben en Podemos, y de ahí el desprecio público ("no seremos un adorno del PSOE", en palabras de Ione Belarra)”.