Sin pensar en el cuento de la lechera, la prensa de orden ya le concede la mayoría absoluta a Isabel Díaz Ayuso. Y queda un mes y diez días para las elecciones…
Hoy es ABC el que saca a la emperatriz como una giganta a la que los rivales le llegan a la cintura. Se supone que es la explicación gráfica del titular de primera: “Ayuso triplica en apoyos al candidato socialista”, al que sigue esta apostilla: “La líder del PP conseguirá la mayoría absoluta en las elecciones autonómica de Madrid y supera con holgura al bloque de izquierdas”.
Todo eso, como imaginan, no es la realidad en sí misma, sino lo que apunta la encuesta self service de la cabecera madrileña de Vocento. Además de la pieza informativa de rigor, hay un editorial bastante descriptivo, que termina con esta carga de profundidad hacia la segunda mejor colocada en el sondeo: “Al igual que en el Ayuntamiento, y analizado por bloques, la izquierda también puede perder escaños frente a la derecha. Lo más llamativo en este caso es que Mónica García, de Más Madrid, que ha capitalizado las protestas y huelgas que durante meses ha mantenido la sanidad madrileña frente a Díaz Ayuso, no las consigue rentabilizar en absoluto”.
"Hoy Ayuso duerme poco, aunque intente aguantar hasta las seis de la mañana en la cama, y no es por ansiedad sino por esa hiperactividad que provoca la ilusión en la campaña a la que se enfrenta"
Desde La Razón, Carmen Morodo se une a los olés a la emperatriz del Sol. Sostiene la columnera que la victoria va a ser épica… y merecida: “Hoy Ayuso duerme poco, aunque intente aguantar hasta las seis de la mañana en la cama, y no es por ansiedad, como dirían los de Pablo, sino por esa hiperactividad que provoca la ilusión en la campaña a la que se enfrenta. Hoy tiene al alcance de su mano la mayoría absoluta en Madrid e irá a las elecciones con una docena de retos con los que se comprometerá ante los madrileños. Está en la calle, escucha, y le preocupan las dificultades de los jóvenes para emanciparse, los efectos de la tecnología en los chicos de instituto, y, si te descuidas, te da una lección sobre los males que afectan a la sociedad en EE UU o sobre el pulso Washington-Pekín”.
"La vida es más dulce en el lado oscuro, Yoli. Déjate de socialismos y de comunismos, ¡que tenemos bombones"
De las loas a Ayuso a las loas a… ¡Yolanda Díaz! Se lo juro. Y no por los soplamocos que soltó ayer en el LaSexta, sino por sus palabras sobre el machismo de los hombres de izquierdas, que han sido aplaudidas por dos opinadoras de derechas. Una de ellas es Rosa Martínez (Vozpópuli), que le anima a la líder de Sumar a… bueno, mejor que lo lean ustedes: “Mira, Yoli, corazón, de verdad te lo digo: vente al lado oscuro, que tenemos hombres de verdad, no maricomplejines. En este lado están los que saben que a una mujer se la respeta y si no ya se hace ella respetar, los que saben que lo que tienen entre las piernas no es fluido ni cambia según el día de la semana y, además, los que saben que pueden regalar bombones y flores sin ser insultados ni ver caras de asco. La vida es más dulce en el lado oscuro, Yoli. Déjate de socialismos y de comunismos, ¡que tenemos bombones!”.
Tirando del mismo hilo y las mismas palabras de la vicepresidenta segunda, Lorena G. Maldonado se despacha a gusto en El Español contra los hombres de izquierdas. O, por lo menos, contra los prototípicos: “El hombre de izquierdas medio es más de izquierdas que tú, porque sí, yo qué sé, chica, porque es hombre, no luches contra molinos, tu insurgencia es wannabe. El hombre de izquierdas medio hizo la intentona de la óptica feminista durante un añito, y pronto acabó exhausto de mirar más allá de su propio falo: y tampoco hacía tanta sombra. El hombre de izquierdas medio o no llega o se pasa: o te dice que sus colegas se han vuelto locas y se han olvidado del obrero con mono -sólo ellos madrugan y sudan Axe, nosotras nos levantamos a las doce y vivimos del cuento-; o bien tiende a la autoparodia y se pinta las uñas, habla en femenino genérico -qué vergüenza, qué descaro- y escribe libros sobre la masculinidad deconstruida”.
Les termino la magra cosecha de hoy con el disgusto del imputado de la Kitchen Jorge Fernández Díaz. No se le ocurrió otra cosa al mininistro de Interior de la policía patriótica que ir a ver la película El exorcista del Papa. “Una película diabólica y antiespañola”, titula esta mañana su biliosa columna de La Razón contra el film. Les dejo el final: “Como se ve, un diabólico guion de la leyenda negra antiespañola en estado puro, que ratifica lo que afirmara Benedicto XVI: «El diablo odia a España y quiere destruirla». Precisamente, por conocer la verdad del papel protagonista de España en la evangelización de América y en la defensa de la Iglesia católica ante el cisma luterano”.