El nacionalayusismo rampante aplaude a la emperatriz de Sol por haberle cantado a Vox lo de “Olvídame y pega la vuelta”. Se pasa por alto, eso sí, que lo ha hecho en el último pleno antes de las elecciones y cuando no necesita para nada a los abascálidos.
El editorialista de La Razón corre a lisonjear a la lideresa por su sabia decisión. “Ayuso retrata a un Vox desleal y desubicado”, lleva por título la pieza en la que se culpa a los ultramontanos de la ruptura. Y, de propina, se anuncia la inminente mayoría absoluta de la doña: “Si Díaz Ayuso ha liderado el mejor desempeño autonómico de la nación, no ha sido gracias a la colaboración y la amplitud de miras de los que estaban llamados a ser considerados como socios, sino a pesar de ellos en medidas cruciales para el presente y el futuro del territorio. La experiencia de esta legislatura, en la que Vox se ha dedicado a desgastar al PP. Madrid, que no puede dar pasos atrás, necesitará una mayoría para que Isabel Díaz Ayuso no dependa de ningún grupo que no sea el suyo”.
"Vox ha elegido la estrategia de enfrentarse a Ayuso. Coincide con Sánchez"
La segunda taza de caldo ayusiano la sirve el director del diario azul en persona en un pieza titulada “La torpeza de Vox contra Ayuso”. El partido que para Francisco Marhuenda ha sido de “centro-derecha” ya no lo es tanto: “Vox ha elegido la estrategia de enfrentarse a Ayuso. Coincide con Sánchez. Me cuesta entender qué réditos obtiene dedicándose a atacar a una política respetada y muy valorada por su electorado. Es algo que sabe muy bien Abascal, pero es difícil descubrir quién manda en el partido. Han optado por una línea de actuación que favorece a la presidenta madrileña”. Ojo a esa última frase, perfecta síntesis del “cuanto peor, mejor”.
"Se hace imprescindible atacar a la ultraderecha para absorber el mayor porcentaje de votos posible porque un nuevo pacto con Vox puede lastrar la llegada a la Moncloa"
Toni Bolaño lo dice todavía más claramente. Esto va de quitarse lastre para sacar la absoluta: “Isabel Díaz Ayuso ha decidido romper amarras con Vox porque la ansiada mayoría absoluta no llega. Requiere dar el descabello a una alianza que ha sido sólida durante cuatro años, pero que ahora es lo que le impide coronarse con todos los honores. Se hace imprescindible atacar a la ultraderecha para absorber el mayor porcentaje de votos posible porque un nuevo pacto con Vox puede lastrar la llegada a la Moncloa. Se hace urgente entrar en el cuerpo a cuerpo con la extrema derecha para evitar la coalición”. Ya lo ven. Ahora Vox también es extrema derecha en La Razón.
En El Mundo, Julio Valdeón firma la crónica del pleno del partimiento de peras. El título, “Zafarrancho de combate”, parece prometer una buena dosis de vitriolo, pero en la letra menuda el relato apenas tiene espinas: “En cuanto a Vox, Ayuso sostuvo que «no han aportado nada hasta este momento». El enfrentamiento con Vox tiene algo, una quiebra de la confianza, un tironeo hostil, que no es fruto del postureo. Tuvo su clímax con la negativa a aprobar los presupuestos, en un vaivén mal comprendido. Desde Vox le reprochan que les hayan tumbado 34 iniciativas. Ayuso les afea las tácticas y hasta las formas”.
Según El Español de Pedro J. Ramírez, la ruptura tiene el visto bueno de Génova. “Ayuso pacta con Feijóo separarse de Vox y romper el esquema de bloques planteado por Sánchez”, lleva por título la crónica de Pepe Luis Vázquez en la que se nos explica el mecanismo del sonajero: “Tan sólo veinticuatro horas después de que Pedro Sánchez planteara a los ciudadanos, en la moción de Tamames en el Congreso de los Diputados, un esquema de bloques entre su ticket electoral con Yolanda Díaz o el tándem Feijóo-Santiago Abascal, Isabel Díaz Ayuso salió al rescate de su partido con un rotundo desmarque de Vox que busca fagocitar la estrategia de Moncloa”.
Por ahí va también la crónica de El Confidencial: “Superada la moción de censura a nivel nacional, en la que Génova quiso marcar distancias con Vox y cabalgar en su desgaste, Isabel Díaz Ayuso ha dado el siguiente paso en la estrategia del PP y ha hecho lo propio en la Comunidad de Madrid. La presidenta madrileña escenificó este jueves una ruptura total con la formación durante el último pleno de la legislatura en la Asamblea”.
"A Vox, pues, se le están acabando los dos grandes chollos que le han permitido ser [Podemos y el soberanismo catalán]"
Sin referirse específicamente a la lideresa, José García Domínguez pinta en dos trazos al partido de Abascal. Con Podemos y el soberanismo catalán en horas bajas, no son nada: “Vox consiguió no sólo seguir existiendo sino crecer de modo exponencial gracias al miedo profundo de la España conservadora, católica y tradicional a Podemos. Pero Podemos ya es historia a estas horas. En cuanto a los otros, los catalanes, dan ahora más pena que otra cosa. A Vox, pues, se le están acabando los dos grandes chollos que le han permitido ser. A los de Abascal, en consecuencia, les ha llegado la hora de abandonar la alegre e irresponsable adolescencia y de decidir, por fin, qué quieren ser de mayores”. Lo escribe en Libertad Digital, el medio que amamantó la bestia de la que ahora abomina.