Vayan haciendo acopio de palomitas. Como filtró ayer el Gobierno español a El País y luego confirmó la presidenta del Congreso, ya hay fecha para el show de Ramón Tamames en el hemiciclo bajo la apariencia de una moción de censura de Vox. Será el martes de la semana que viene. Los medios de orden están locos por que pase el sofoco.
"[La moción de Vox es] un negocio redondo para el presidente del Gobierno"
Así, el director de La Razón, Francisco Marhuenda, ni se esfuerza en buscar un título creativo. Tira del socorrido “Otro balón de oxígeno a Sánchez” para una pieza en la que muestra su desazón: “Desde el primer momento he mostrado mi escepticismo con la medida, porque consigue justo lo contrario del fin perseguido. Los argumentos de la censura a pocos meses de dos convocatorias electorales decisivas no movilizaran a un centro derecha que ya lo está y ofrecen a Sánchez la oportunidad de hacerlo en su espacio electoral. El procedimiento concluirá con una derrota, un discurso sin duda interesante del candidato, los habituales ataques contra el PP, las descalificaciones contra Vox y un cierre de filas de la mayoría de la investidura. Un negocio redondo para el presidente del Gobierno”.
"Vox tiene el desafío de superar la moción y sortear a Tamames sin salir escaldado"
De director a director, el de ABC, Julián Quirós, también se hace cruces y viene a decir que a Vox le ha salido el tiro por la culata: “Estamos ante un regate político original que objetivamente ha acabado convertido en una mala idea para los intereses de sus promotores. Nos dirán que lo importante es el servicio a España, bien, pero a costa de perder el control de una operación de desenlace incierto. Quizá no le sirva a Sánchez para tapar la crisis gubernamental con Podemos, pero ahora Vox tiene el desafío de superar la moción y sortear a Tamames sin salir escaldado”.
En El Mundo se le dan honores de portada al asunto con este titular de apertura: “Vox admite que su ala derecha no entiende la moción de Tamames”. Pasando por alto lo divertido de imaginar un ala derecha en Vox, he aquí lo que se cuenta en la letra pequñea de la información correspondiente: “Al «ala derecha» de Vox se le está haciendo muy pesada la digestión de Ramón Tamames como candidato a la moción de censura. Ya recelaba de un perfil que no tenía un pedigrí de derechas y en cuya hoja de servicios destaca su pasado como dirigente del Partido Comunista. Ahora, además, está descubriendo a raíz de sus entrevistas, como la de ayer en EL MUNDO, las enormes diferencias ideológicas que el profesor mantiene con Vox en aspectos tan esenciales para el partido como la nación española, el encaje de Cataluña, los temas de la Agenda 2030, el cambio climático o la inmigración... Y eso que todavía se ha guardado su opinión sobre violencia de género, feminismo, aborto o comunidad LGTBI”.
Arcadi Espada, que tiene cruzado a Tamames por pancatalanista, bufa: “El carácter paulatinamente chusco que va adquiriendo la moción atenúa la gravedad de la inhibición de Feijóo. Sigue teniendo una parte de responsabilidad en la grotesca deriva, desde luego, pero igual que en una película de Keaton los acontecimientos juegan a favor de su semblante: quién podría negar que, aun envarado y gangoso, su aspecto puntúa hoy por sí solo. Así pues, y siendo plausible el riesgo de una escandalosa moción de censura contra Vox, el partido podría tomar la decisión de retirarla. Quizá así contrarrestara la impresión de que no acaba de creerse que en poco tiempo tal vez gobierne en España”.
En El Español de Pedro J. Ramírez se abona la tesis del cabreo mezclado con estupor del nucleo duro de los abascálidos. “Vox da a Tamames por imposible: "Le vence el ego, es incapaz de controlarse". El candidato de Vox a la moción lleva días protagonizando una gira mediática donde acostumbra a enmendar puntos centrales del programa de Abascal”, se lee en un lugar destado de la portada digital.
"Ignoro si nuestro protagonista padece bajo ese pelo, mezcla de Andy Warhol y Van Gogh por su tono anaranjado, una midorexia irrefrenable"
Más de los mismo en El Debate, bajo la firma de un tal Emilio Fernández-Galiano, al que se presenta como abogado y pintor, se lo juro: “Está claro que la moción de censura de Vox, además de una quimera, sólo pretende unas nuevas elecciones pero, además, conculca el espíritu constitucional, siendo utilizado el señor Tamames en un juego en el que no debiera participar. Como apuntaba otro longevo, Jaime Peñafiel, ignoro si nuestro protagonista padece bajo ese pelo, mezcla de Andy Warhol y Van Gogh por su tono anaranjado, una midorexia irrefrenable. No me consta, aunque le gusta mucho el verde de Peter Pan para sus chaquetas”. En esa última referencia pictórica queda la impronta del artista.
El último entrecomillado lleva la firma de Jorge Vilches en The Objective. Él tampoco es partidario: “Es verdad que la moción de Tamames va a ser una «opinión libre», como dice Abascal. Por supuesto. Pero también es cierto que Vox nos podría haber librado de la obligación de escuchar su conferencia condescendiente, innecesaria y desfasada, justo cuando el país y nuestra democracia no pasan por el mejor momento”.