Sí, todos esos saltos vamos a hacer de aquí al punto final: Algeciras, Complutense y Mercadona. Protéjanse los ojos… y el cerebro.
"La avanzadilla inculpatoria y la retaguardia exculpatoria del islamismo reside en los medios, con la izquierda y la bendición del Papa"
“Los peores periodistas, yihadistas”, proclama Federico Jiménez Losantos en el encabezado de la descarga que firma en El Mundo. Separados por unos puntos suspensivos, les copio el principio y el final de la perorata. Latigador turolense en estado puro. No se libra ni el Papa: “Aunque la base de la yihad o guerra santa está en el Corán y no en la cabeza de ningún loco, su verdadera fuerza reside en las nutridas brigadas mediáticas occidentales, que disculpan cualquier atrocidad islamista antes y después de cometerse. (…) Por eso, la avanzadilla inculpatoria y la retaguardia exculpatoria del islamismo reside en los medios, con la izquierda y la bendición del Papa, que justificó la masacre de Charlie Hebdo diciendo que, si atacaran a su madre, él también pegaría. Y movía el puñito y la prensa reía”.
"Saber que ante un ataque es necesario defenderse"
En Libertad Digital, Luis Herrero Goldáraz no duda en chapotear en el barro. Lo hace sin nombrar el asesinato del sacristán de Algeciras, lo que tiene su cosa. Sobre todo, cuando viene a deslizar que hay que tirar más del ojo por ojo y diente por diente: “Llamar al fanatismo por su nombre. Aprender a reconocerlo. Saber que ante un ataque es necesario defenderse. Que pocas formas de suicidio hay más estúpidas que preparar una defensa sin haber identificado al agresor primero. Pero también que, incluso entonces, poco importa que las circunstancias legitimen la violencia. Lo que diferencia a los fanáticos de los justos es que los primeros entienden el combate como una victoria. Los segundos lo ven siempre como una derrota. Y si acaban prefiriéndolo lo hacen siempre asumiendo el coste”. Sutil.
Escribiendo en zig-zag, tratando de evitar algunos charcos, el editorialista de El Español le recuerda a Marlaska que en España se xpulsa poco y pasa lo que pasa: “El caldo de cultivo está ahí y el Gobierno, pero muy especialmente el ministro del Interior Marlaska, no puede limitarse a confiar en que el próximo asesino salga de España por voluntad propia ante la incapacidad de las autoridades para expulsarle”.
"¿Han visto a alguien atacar a un viandante cuchillo en ristre dando gritos en defensa del libre mercado?"
En El Debate, Luis Ventoso se punta a la humorada negra: “¿Han visto a alguien atacar a un viandante cuchillo en ristre dando gritos en defensa del libre mercado, o de la fe budista? Yo tampoco”. Su compañera de garrotazos en el digital ultracatólico Mayte Alcaraz no se anda con gracietas: “En este país donde provisionalmente creemos sentirnos a salvo, donde medios, políticos y supuestos analistas dicen que lo de la cristianofobia es un invento de fachas católicos, un yihadista nacido en Marruecos, pendiente de expulsión (Marlaska nunca tiene prisa) entró en dos iglesias de Algeciras de camino a una tercera, armado con un machete y, al grito de «Alá es grande» y «muerte a los cristianos» asesinó a un sacristán, tras dejar cuatro heridos, entre ellos, un sacerdote”.
De un salto volvemos a plantarnos en la Complutense, donde los amanuenses diestros llevan ya tres días encontrando inspiración. Y, como les contábamos ayer, la gran musa está siendo la joven que se revolvió contra Ayuso en el acto de marras. Desde ABC, Álvaro Martínez nos recuerda su nombre y, en el mismo viaje le atiza la primera colleja: “Elisa es Elisa Lozano, la última heroína del podemismo nacional (perdón, estatal), seguramente próximo premio Quechua-15M, aupada a esas cumbres por meterse con Díaz Ayuso en público mientras fuera sus palmeros le gritaban «asesina», «terrorista» o «cucaracha» a la presidente de la Comunidad de Madrid”.
En El Español, Ferrán Caballero describe así a la joven: “Que tiene el tono entre quejumbroso y cabreado que les es tan propio, que va pasando del susurro paternalista al grito indignado según responda el auditorio, que presume sin presumir de sus logros y que tiene su dosis de queja feminista, de clase trabajadora, de denuncia partidista, de demagogia de alta intensidad, de retórica violenta, de eslogan ridículo y de la valentía impostada de hacer como que rompes lo que no quieres romper”.
Ahí entra un tal Javier Benega (The Objective) a completar el retrato: “Lo que veo es un bebé prematuramente envejecido, pero bebé, al fin y al cabo, que, por alguna extraña razón, ha logrado auparse a la tribuna de una universidad para, desde ahí, renegar de un mundo preexistente cuyas complejas normas, mecanismos y exigencias solo asumimos cuando alcanzamos cierta madurez”.
Ya ven que vamos de estudio psicológico en estudio psicológico de gran profundidad. Pues en Vozpópuli nos encontramos otra discípula de Freud llamada Marisol Oviaño, que empieza el retrato con el clasico del padre: “Le ha faltado la figura paterna. Por esa razón, y a pesar de la intolerancia que Elisa demostró hacia todo lo que no sean sus ideas, despierta mi ternura. Conozco de primera mano el sufrimiento de los hijos cuyo padre un buen día se borra de sus vidas y las muchas dificultades que tienen que superar. Haber llegado a ser la primera de la promoción sin el concurso paterno tiene mucho mérito, mucho”.
"La democracia es un sistema maravilloso, aunque produzca el disparate de que las acólitas de Pablo Iglesias sean ministras"
Ánimo, que ya llegamos a puerto, ubicado, como les decía al principio en Mercadona. O, más bien, en las cargas de profundidad contra quienes estos días han tenido palabras gruesas para su patrón, Juan Roig. Así, por ejemplo, se despacha contra ellos Francisco Marhuenda en La Razón: “No hay nada peor que una persona necia que se regodea de su ignorancia. La democracia es un sistema maravilloso, aunque produzca el disparate de que las acólitas de Pablo Iglesias sean ministras. Sus lagunas son tan enormes como su arrogancia. Por supuesto, se puede aplicar el mismo criterio a Garzón, que es un auténtico ministro florero. Me he preguntado muchas veces a qué dedica su tiempo, porque su labor ministerial es ignota”.
La retahíla del director del diario azulón se parece mucho, como verán a la letanía de Carlos Herrera en ABC: “El sueño húmedo de todo comunista con horas de sueño pendientes es el Capitalismo de Estado, el control de la economía, la abolición de la propiedad privada; tal vez con esa intervención –que no ha detallado en qué podría consistir– todos los problemas acaben, se decrete el final de la pobreza y se asegure alimento para todo español a precio de risa. Lo que durante unos días haría muy feliz a unos cuantos, pero justo hasta que se acabasen las existencias, que ya no se podrían reponer”.