Tras el éxito cosechado con Cazar leones en Escocia, Cruz Sánchez de Lara (Almería, 1972) hace un regreso triunfal a las librerías con Maldito hamor, una novela que nos hará recorrer Biarritz, Nueva York, Madrid, Londres y Viena, y con la que en clave de thriller psicológico “disecciona la psicología del mal amor”.
¿Qué le llevó a querer dedicarse a la escritura?
El primer dinero que gané en mi vida fue de jovencita, y fue en certámenes de literatura. Yo era una niña que escribía, siempre pegada a mis cuadernos. Me metía en mi mundo y escribía. Pero luego, las responsabilidades y la vida me llevaron a aparcarlo, y un día recibí la llamada de una editora, que me había leído en el periódico y creía que yo podía escribir ficción. Hice un pacto con ella; que solamente si era bueno íbamos a seguir adelante, porque yo ya tenía una forma de vivir. Esto era mi forma de ser feliz. Escribir para mí es la forma de ser feliz.
Es su vocación.
Sí. Es mi vocación. Es lo que yo quiero ser de mayor. Yo de mayor quiero ser escritora, y estoy haciendo un plan de jubilación que es escribir todo lo que me dejan para ver si los lectores me quieren y puedo ser una viejecita que escriba. Desde pequeña supe que de mayor quería ser escritora, y ahora sigo queriendo ser escritora de mayor.
Empezó su andadura con la novela Cazar leones en Escocia, pero Maldito hamor, por temática, entiendo que habrá sido más difícil de alumbrar.
Muy difícil. Este libro ha sido muy difícil de escribir, con el que me he tenido que reconciliar después de escribirlo. Porque me parecía tan duro que no entendía si había merecido la pena. Pero al final es una historia de un asesinato. Es un thriller. Y los lectores y la crítica me están diciendo que es mejor libro que el primero, y mucha gente me está diciendo que está identificando conductas suyas y de su alrededor sobre algo que yo creo que todos hemos visto muy de cerca, que es el amor tóxico. El amor es ceder, preocuparte por alguien más además de por ti misma, y eso siempre es una renuncia, y empiezas a depender de alguien. Lo malo es cuando esa dependencia se hace nociva. De lo que hablo en este libro es de cuando una relación tóxica a una buena persona la lleva a hacerse una pregunta: ¿Cómo salgo de esto? ¿Muero o mato? Y eso da lugar a un thriller psicológico con dos personas planeando el asesinato de otra persona.
“Yo he comprendido a Clea. He comprendido a muchas Cleas en la vida”
¿De dónde nace la idea para dar a luz esta novela, de vivencias durante su carrera como abogada?
He procurado hacer un análisis mucho más profundo. Yo he vivido procesos muy complejos con personas que estaban saliendo de historias muy complicadas. Es más, he llevado pleitos en los que he defendido a la familia de una víctima mortal, y he visto a las madres de los asesinos, he visto cómo miente un asesino, he mirado a los ojos a asesinos. He podido intentar volcar mi experiencia del conocimiento de esta documentación de un cuarto de siglo para explicar un poco de la contradicción en la que puede caer cualquiera. Porque lo que este libro pretende hacer es que los lectores entiendan que no se puede decir A mí algo así no me pasaría.
¿Qué relación ha forjado con Clea, la protagonista de esta historia?
Yo comprendo a Clea. He comprendido a muchas Cleas en la vida. Pero es difícil comprender a Clea porque el mecanismo de una relación tóxica pone a cualquier persona en la parte opuesta de lo que es realmente. Hay que amar sin sufrir, porque amar sufriendo no es amar. Y eso yo creo que nos puede hacer reflexionar a todos sobre nuestra forma de vivir.
Sería deseable que nadie se viera reflejado en ninguno de esos gestos o actitudes que describe en la novela. ¿Qué le gustaría que hiciera quien se sienta identificado con alguno de los personajes?
Si son las amigas de Clea, yo creo que la clave está en escuchar. Porque cuando alguien te cuenta un problema hay veces que no lo ha verbalizado nunca, y a lo mejor tu ayuda está en escuchar, en que esa persona se oiga a sí misma diciendo lo que le pasa. Si eres Clea, sal corriendo; y si no puedes salir corriendo, busca y elige bien a quién pedirle ayuda. Pero como todo eso es muy difícil, a mí me encantaría que con este libro la gente comprendiera la fuerza del cóctel explosivo para mí más peligroso del mundo, que es cuando alguien encuentra tu debilidad en que sientas culpa y sientas pena.
“Si eres Clea, sal corriendo. Y si no puedes, busca y elige bien a quién pedirle ayuda”
Las nuevas generaciones llaman red flags a las señales que indican que una relación no es sana. ¿A cuáles cree que deben prestar especial atención?
A mí me preocupa muchísimo en las relaciones de los jóvenes el control. Solamente vasa ser feliz si eres libre, y si dentro de tu libertad eliges estar con alguien porque es más bonito que estar solo. Pero para amar no hay que sufrir.
¿Siente que se nos enseña suficientemente a poner límites, a respetar el espacio de los demás o a amar sin hache?
No. Yo creo que si supiéramos poner puntos y aparte cuando nos empeñamos en poner puntos y seguido, la vida sería mejor. Yo estoy convencida de que todos nuestros lectores han demorado un adiós, y ahí todos hemos perdido. No sabemos poner punto y aparte cuando llega el momento. Nos cuesta.
En ese sentido, ¿cuál cree que es el papel que juegan el feminismo, y la educación tanto en escuelas como en hogares?
El feminismo es igualdad. Lo llamamos feminismo y ahora estamos consiguiendo que parezca que se puede ser o no ser feminista. En pleno siglo XXI no ser feminista es arcaico. Hay que ser feminista porque tú quieres la igualdad. Yo espero que hayamos avanzado en la educación, pero me preocupan muchísimo los repuntes que hay en las relaciones del control, los celos...
¿Nos regala una reflexión final sobre la vida?
Vivan el presente, sean felices y piensen en ustedes mismos. La generosidad hay que entenderla bien, y no está con regalarle tu vida a nadie.
Personal
Nacida en Almería el 17 de octubre de 1972, es abogada y activista en temas relacionados con los derechos humanos y la sostenibilidad.
Sus libros son ‘Cazar leones en Escocia’, y el más reciente, ‘Maldito hamor’, una novela que fue publicada el 8 de marzo.
‘Maldito hamor’
Los ingredientes no pueden ser de mejor calidad: un palacete que reformar en Biarritz, un atractivo aristócrata inglés, un amor apasionado y sensual, y una vida de lujo llena de ambientes de objetos hermosos. Sin embargo, “el plato que Henry Astor VI cocina para Clea se sirve frío y es amargo, porque el aderezo lleva celos, obsesión, egoísmo, perversión… y muerte”. Biarritz, Nueva York, Madrid, Londres, Viena son los escenarios de la segunda novela de Cruz Sánchez de Lara, un thriller psicológico que “disecciona la psicología del mal amor”.