“Ha sido un esfuerzo ímprobo crear la fórmula, pero está siendo de lo más gratificante”, apunta la escritora, narradora y promotora cultural Ángela Mallén. Pero lo cierto es que el reto está dando sus frutos. Hace dos años se puso en marcha en la capital alavesa el Laboratorio de Creación Literaria de la EHU, un punto de encuentro entre diversas sensibilidades, abierto a la personalidad y los intereses literarios, sociales y vitales de cuantas personas quieren participar. “De hecho, la idea de laboratorio subraya la experimentación, la solidaridad y la colaboración”. En él, como dice la creadora, se citan científicos de las letras dispuestos a disfrutar.

No se trata de llevar a cabo un taller literario o un club de lectura. Es abrir una nueva senda, la de “un semillero de ideas para confrontarse con el mundo, con los mundos, mediante el trabajo creativo y la mirada de ojos grandes” de la creación literaria.

Comunidad educativa

Dos veces al mes, el laboratorio se cita en la biblioteca Koldo Mitxelena. Sus puertas están abiertas a cualquier persona del alumnado y del profesorado de la Universidad del País Vasco. “Todos los que participamos nos llamamos científicos”, sonríe Mallén, “la jefa de laboratorio”. A partir de ahí, “analizamos procesos de escritura y a autores, observamos al microscopio cuestiones de mal uso o de abuso de la lengua”, describe.

El grupo se puso en marcha hace dos años con la guía de Ángela Mallén, a quien va a sustituir la también escritora Marisol Ortiz de Zárate

“Trabajamos con las lenguas y los lenguajes para reinterpretar la realidad. Trabajamos con objetos cotidianos para darles una nueva vida. Utilizamos soportes objetuales, musicales e informáticos. Analizamos los códigos lingüísticos con los que construimos realidad, ordenamos el caos y narramos nuestra identidad. Porque la escritura y la lectura son herramientas de comprensión del otro y de lo otro”. Al fin y al cabo, “con ellas se forma la base de datos de la civilización, el genoma humano, la taquigrafía de la conciencia y el reflejo del espíritu de cada época”.

Compartir

Es “una experiencia muy divertida que tiene mucho que ver con colaborar”, con encontrarse y compartir, también textos y creaciones propias. “Como núcleo duro, por así decirlo, estamos una docena de personas”, aunque, dependiendo de la agenda de cada uno –las sesiones siempre empiezan a las 17.00 horas–, el número suele incrementarse. 

Dos miércoles al mes, alumnos y profesores de la Universidad del País Vasco se citan en la biblioteca Koldo Mitxelena

“El laboratorio tiene un enfoque a la hora de funcionar que tiene que ver con contar con una actitud más de investigación, creatividad y experimentación”, explica Mallén, que lleva conduciendo la propuesta desde su puesta en marcha, aunque pasados dos años va a dejar el testigo a otra persona a partir de enero. En concreto, el relevo lo va a tomar la también creadora literaria Marisol Ortiz de Zárate. “Propondrá otro enfoque y eso seguro será enriquecedor para todos”.

Un encuentro del laboratorio

Todo ello se produce a partir de una serie de conversaciones mantenidas por Mallén y el escritor y profesor universitario Tomás Conde. “Queríamos hacer algo con el alumnado de la EHU pero no un taller al uso”. El resultado fue este laboratorio cultural.