Asociados a los sonidos de raíz americanos en la primera década de su andadura, Izaki Gardenak reapareció el año pasado con 'Orube', su disco más británico hasta la fecha. Inspirado esta vez por bandas de rock alternativo de los años 80, así como por estilos como el shoegaze o el dream pop, el álbum fue grabado en los estudios La Mina de Granada durante el verano de 2024 y marcó el regreso de la banda gasteiztarra tras cuatro años de parón. Izaki Gardenak, con Jon Basaguren (voz, guitarra) al frente, ha publicado un total de nueve trabajos (entre álbumes, varios singles y su EP de debut) desde su creación en 2012. El panorama musical vasco ha dado un vuelco total desde entonces. La banda continúa con su camino, ajena a las modas, con un caudal creativo que no deja de fluir: Jon anuncia en esta entrevista que, junto al guitarrista Joseba B. Lenoir, está dando forma a las nuevas canciones de Izaki Gardenak en los estudios Gakobeltz de la Llanada alavesa que, muy probablemente, se empezarán a dar a conocer a la vuelta del verano. Mientras tanto, van sumando algunas fechas a su gira veraniega, incluida una actuación el 10 de agosto en el escenario la Flamenka de Donostiako Piratak durante la Semana Grande.
Volverán a formar parte en la programación de Donostiako Piratak, esta vez en uno de los carteles más eclécticos de su historia.
Ya estuvimos hace unos años (en 2019) y tengo un muy buen recuerdo de aquel concierto. Muchas veces me suele pasar que no tengo una imagen exacta de los conciertos, o directamente no me acuerdo de casi nada, pero de este guardo muy buenas vibras. Antes de empezar el verano, comentábamos en la banda que teníamos ganas de tocar en el escenario de Donostiako Piratak porque nuestra música, en un principio, no encaja mucho en las fiestas populares de verano.
Pero tampoco es que sus canciones sean un bajón. ¿Para una banda de rock como Izaki Gardenak las giras por salas durante el resto del año son más propicias?
El hábitat natural de nuestra música creo que son las salas. Con esto no quiero decir que no nos guste tocar en las fiestas de los pueblos, también está guay. Pero parece que para poder participar en determinados programas festivos tienes que sonar de una manera concreta y estar de moda. Nosotros no encajamos en ese molde. Lo que hacemos no es como para que la gente se ponga a bailar a lo loco.
¿Se sienten cómodos en la escena actual de la música de Euskal Herria? Cuando la banda surgió en 2012 había menos variedad y riqueza que ahora.
Ha cambiado muchísimo. La pandemia ha sido un antes y un después con muchas cosas. Nosotros dejamos de tocar en 2020 y el panorama musical actual es totalmente diferente. También se ha vuelto un poco más raro: antes, a grandes rasgos, había una escena vasca y ahora hay muchas escenas vascas, incluida la del mainstream euskaldun, en la que caben todo tipo de músicas, de estilos y corrientes. La etiqueta euskal musika, aunque nunca tuvo mucho sentido, ahora sí que no significa nada. ¿A qué nos referimos cuando hablamos de euskal musika?
"En la música, el arte siempre es lo primero”
'Zauriei miazka', del último álbum, empieza así: “Dena aldatu da guztiak berdin jarraitzeko / halere lasai, ez dugu luze iraungo”. ¿La letra va sobre el grupo o sobre una relación de pareja?
Me gusta que cada uno interprete las letras a su manera, o que se adopten distintos significados según quién las escuche. En este caso, habla sobre cómo ha cambiado la escena musical, aunque en el fondo seguimos igual: atrapados por los mismos problemas. Es extrapolable a una lectura más amplia en la que todo avanza muy rápido, pero lo esencial sigue donde estaba.
Se han sumado a un manifiesto de varios grupos vascos a favor del pueblo palestino y en contra de la masacre en Gaza. ¿Lo que pasa en el mundo tiene arreglo?
Justo en el disco hay más de una referencia a este tema. Cuando estaba dándole forma a la letra de Jausi bitartean, estaba obsesionado con las noticias que venían de Palestina, que eran horribles. Con el disco anterior (Dena Oskol, 2018) me pasó lo mismo con la guerra de Siria y el drama de los refugiados. A veces me sentía ridículo escribiendo cancioncillas mientras ocurren esas tragedias. Pero también pasa aquí, en Gasteiz. Te sirve para poner las cosas en perspectiva. Al final, yo he optado por seguir haciendo música mientras se hunde el barco. Supongo que es una forma de escape.
Este álbum tiene solo ocho canciones. ¿Es por aquello de menos es más?
Salió así. Pero desde los tiempos de 'Dena Oskol', cuando grabo un disco ya pienso en que voy a publicarlo en formato vinilo. Así que a la hora de tomar una serie de decisiones artísticas, no es lo mismo que una canción sea la primera de la cara B o la última. Me siento muy cómodo con cuatro temas por un lado y cuatro por otro. En cambio, con cinco y cuatro hay algo que no me encaja… Igual es que estoy desarrollando algún tipo de trastorno compulsivo obsesivo (risas).
"Antes había una escena vasca; ahora hay muchas”
¿Qué tiene el estudio de Grabaciones en la Mina de Granada además de una piscina bien chula y el embrujo de la Alhambra bien cerquita?
En realidad, fuimos más por Raúl Pérez, que es quien lleva el estudio. Lo conocíamos del disco anterior, ya que lo grabamos con él en Sevilla antes de trasladarse a Granada. El estudio es muy similar a aquel: también está a las afueras de la ciudad y me gusta la sensación tan familiar que se crea, no es como uno de esos estudios-quirófanos asépticos. Nos llevamos muy bien con Raúl y él coincidía conmigo con la idea del sonido que buscábamos, que fue lo que nos hizo volver allí.
¿Qué sonido era ese?
Por aquel entonces estaba con ganas de probar muchos efectos diferentes como el delay de la guitarra eléctrica y otros sonidos más ochenteros. Buscaba algo más británico o europeo; me quería quitar la referencia de la americana o del folk alternativo, que era con lo que más se nos había identificado, y me lancé en busca de otros ingredientes.
La canción Galdua, en concreto, recuerda un poco a grupos como Echo and The Bunymen.
También teníamos otras referencias como los Smiths o The Cure, o de estilos que vinieron más tarde como el shoegaze o el dream pop. Quería hacer un disco más urbano, en el sentido en el que vivo en el centro de Gasteiz y no en un rancho de Oklahoma. Recuerdo que cuando estaba haciendo las maquetas en casa era en pleno mes de febrero en Gasteiz.
Americana, pop y clase media
- Con los años, Izaki Gardenak se ha convertido en un valor seguro en el pop cantado en euskera. A pesar de desaparecer durante los tiempos oscuros de la pandemia, el quinteto alavés pertenece a la década pasada pero también a esta: Orube fue uno de los discos vascos más vigorizantes de 2024, confirmando así el cambio de rumbo de un grupo que en sus últimos dos álbumes ha abrazado el indie anglosajón con texturas y matices propios. El contraste con los éxitos de los inicios (Amaieratik hasi e Hibernazioa) es notable: el folk y la americana no tienen ahora el peso de antaño. Además, la voz de Jon Basaguren suena más grave, cediendo el protagonismo a la instrumentación y las atmósferas.
- La escena musical vasca son en realidad muchas escenas diferentes conviviendo en un mismo entorno. Ellos no se han dejado avasallar por los cambios radicales y la atomización del panorama. Si la banda ha sobrevivido durante todo este tiempo es porque no tiene una sola piel. Si lo hubiera, Izaki Gardenak se podría clasificar dentro de una clase media musical vasca.
Eso fue hace más de un año. ¿En qué punto musical está ahora?
Pues no lo sé. En verano queremos grabar algún tema para poder mostrarlo después, aunque no tengo muy claro el tipo de sonido que va a tener. Esta vez quiero desentenderme un poco del proceso de grabación y pasarle a Joseba (B. Lenoir, guitarrista y productor) el marrón. A ver qué experimenta en su estudio. Luego iremos con toda la banda para rematar la faena.
¿Cree que es mejor tener libertad artística y no vivir de la música o vivir de la música a costa de ceder en ciertas cosas?
Yo creo que no es una elección, sino una obligación que el arte siempre esté por delante de todo lo demás. Respetando otras formas de hacer y de pensar, para mí lo primero es la pulsión artística; que lo que hagas tenga un motivo artístico detrás y luego ya puedes entrar en cómo enfocar la promoción, si vamos a hacer un vídeo o no, etc.