“Tengo una trayectoria de 25 años en el sector y caí, como se suele decir, de rebote en esto, y resulta que ha sido mi pasión. Ha sido mi forma de vida y ha sido un descubrimiento impresionante tanto para mí como para la profesión en sí”. Así comienza a contar su historia José Ángel Colmenero, el líder que se encuentra tras el pequeño equipo de Colmenero Atelier, formado por profesionales con años de dedicación al diseño floral. Su creatividad y sensibilidad únicas se plasman en cada una de sus creaciones, convirtiendo las ideas en obras que cuentan historias, transmiten emociones y capturan la esencia de cada celebración.

El equipo de Colmenero Atelier está formado por profesionales con años de dedicación al diseño floral. Cedida

¿Cómo fue usted aprendiendo el oficio cuando comenzó en esto?

-Colmenero Atelier nace desde la idea de dar un pasito más en esta evolución, de querer dar un nivel superior a las decoraciones florales, y que transmitan eso, lo que es nuestra esencia, lo que es nuestra marca. Digamos que es un producto mucho más exclusivo, trabajado y estudiado para realmente desarrollar historias a través de la flor. Mi historia al comienzo fue un poco complicada. Empezamos yo y mi pareja entonces, mi pareja sí que había estudiado para ser florista, se había formado... Era su pasión, no era la mía. Yo venía del mundo de la construcción, imagínate... Y resulta que falleció, por cuestiones de la vida, y tuve que decidir si seguir con su sueño en aquellos años o dejar que muriera con él. Entonces, decidí seguir. Era un reto para mí, porque creía que se lo debía como pareja y empecé sorprendiéndome a mí mismo, realmente se me daba bien. Sí que es cierto que nosotros venimos de Álava, nos presentamos a diferentes concursos de escaparates que se organizaban en la ciudad, y resulta que el primer año que me presenté quedé primero. Y dije: “Bueno, algo estaré haciendo bien”. A raíz de ahí ya me fui formando, fui estudiando técnica y arte floral... Pero para mí, sobre todo, fue una sorpresa tremenda. Jamás hubiera pensado que llegaríamos a donde estamos hoy, porque jamás fue mi vocación. Pero a través de esa sensación y esa experiencia he vivido mi vida hasta hoy. 

¿La gente se preocupa por el significado de las flores y sus colores a la hora de elegir?

-Yo creo que más que preocuparse en ese sentido, de si la flor amarilla significa amistad o no, que sí, que está bien para el día a día, se trata de que cuando te digo que las flores nos hablan es por lo que conseguimos transmitir con una composición floral en cada momento. Quiero decir, si estamos decorando una zona en blancos y verdes, la sensación que queremos sacar de ahí es transmitir paz y pureza. Sin embargo, si estamos en una finca al exterior, hacemos una composición con mucho más color, flores silvestres y más naturales, pues es otra sensación completamente diferente. Por eso digo que las flores te tienen que transmitir sensaciones, te tienen que hablar, te tienen que comunicar... Y obviamente se consigue con una comunicación entre clientes profesionales, en este caso nosotros, en un diálogo y en una escucha por ambas partes para conseguir plasmar eso con nuestro trabajo. De hecho, cuanto mayor es el reto, mejor. Porque más nos hace estar encima e intentar sacarlo y superarlo cada día.

Los ateliers suelen ser conocidos por ser de moda, pero este es floral...

-El atelier es el espacio donde empieza la comunicación entre cliente y profesional, ya sea para una boda o para una pequeña fiesta íntima en tu casa. Cualquier evento empieza por eso. El atelier es el taller, es donde se empieza a fraguar todo ese proyecto, desde las primeras chispas que saltan cuando empezamos a comunicarnos. Ahí es donde empiezan a elaborarse todas esas ideas. Así sacamos la palabra atelier, porque no deja de ser un taller donde se elaboran proyectos. No elaboramos el trabajo físico como tal, porque tenemos otras instalaciones que están acondicionadas para ello, con un montón de metros cuadrados con cámaras de frío para conservar flores, que es donde se hace el trabajo final, pero el atelier es donde empiezas tú a pintar esos pequeños bocetos plasmándolos a papel. 

¿De dónde vienen las flores y qué pasa con ellas cuando termina el evento?

-A mí me da mucha pena, ¿no? Porque cuando termina el evento, a las flores se les ha acabado su vida entre comillas. ¿Qué solemos hacer últimamente? Cuando termina la ceremonia o el evento, mientras los invitados están disfrutando del baile o de la fiesta, hacemos composiciones en ramos de mano para que las invitadas y los invitados se las puedan llevar a su casa y les den otra semanita de vida. En cuanto al origen, ahora está todo tan globalizado que nosotros pedimos hoy la flor y mañana la tenemos aquí. Nos puede venir de cualquier punto del mundo, de Colombia, Ecuador, Latinoamérica..., y flor nacional también, pero menos. 

Para estas flores de recuerdo que se llevan los invitados, ¿qué consejos les daría para poder conservarlas?

-A corto plazo, lo mejor es que, como siempre hemos aconsejado en nuestras instalaciones, corten los tallos, los pongan en agua fresca y las protejan del calor. A largo plazo, toda flor que permita ser secada en nuestras casas con un proceso fácil y natural ofrece la oportunidad de poder disfrutarlas mucho más tiempo.

¿Cómo encara el futuro de Colmenero Atelier?

-Llevo 25 años en el sector, 20 he estado creando marca en Vitoria, muy activista y muy orgulloso de lo que hemos conseguido en Vitoria. Pero ahora el proyecto es Colmenero Atelier. La visión de futuro es crear un grupo de trabajo mucho más enfocado solo en el sector de eventos y de bodas. Mucho más profesional. Estamos en formación continua. Tenemos una persona que se está formando en Madrid, en una de las mejores escuelas que hay, para que sea ya un referente a la hora de hacer diseño, que no sea yo la única persona que haga el diseño del evento. El futuro del proyecto es crecer de tal manera que nuestro mensaje de experiencias florales pueda llegar a un ámbito mayor.  

La capacidad floral para transformar escenarios en experiencias únicas

Las redes sociales son la carta de presentación para mostrar la esencia de la marca

Pese a que en Colmenero Atelier están enfocados desde el minuto uno al sector nupcial, es cierto que cada vez están trabajando más en lo que son los eventos de empresa en diferentes espacios. ¿Cuál es su virtud o lo que les hace destacar frente al resto de profesionales de ese sector? José Ángel Colmenero cree que es la capacidad de poder transformar espacios completamente diáfanos en auténticos escenarios florales.

Las flores que utilizan vienen de todas las partes del mundo. Cedida

Eso es lo que consiguen ellos en eventos de empresas, congresos, bodas..., pues consideran que todos los proyectos son igual de importantes y los tratan de la misma manera. “¿Qué quieres conseguir? ¿Qué estás buscando? ¿Cuál es el fin de que hayas venido a nosotros? Conseguir una experiencia floral. Y eso es lo que vamos a conseguir en cualquiera de los proyectos en los que nos metamos, porque nos apasiona”, cuenta el artista floral. 

TALLERES

En este atelier que va a estar en Bilbao y otras localizaciones, se van a realizar talleres y pequeñas experiencias para grupos muy reducidos. José Ángel Colmenero recomienda animarse, pues es posible aprender muchísimas cosas como secar flores, confeccionar... Cree que cuando la gente vaya a descubrir el nuevo espacio, se va a enamorar por las sensaciones que transmite. Será una visita muy interesante repleta de aromas y diferentes rincones, con una exposición fotográfica donde es posible visualizar la trayectoria e historia de Colmenero.

Además, Colmenero piensa que su mejor carta de presentación son sus redes sociales. Cuidan al máximo su Instagram y su página web, ya que “todo lo nuestro es visual, si no te entra por los ojos, va a ser difícil que vengas a pedirnos información, por muy bien que te hayan dicho que lo hagamos. Porque si tu carta de presentación, que son tus trabajos, no transmite lo que tú con tu marca, ahí hay un problema. En nuestras redes sociales es superimportante que todo esté siempre al mínimo detalle, muy pulido y que transmita nuestra forma de trabajar”.

José Ángel Colmenero lleva 25 años de trayectoria. Cedida

Y es que durante los dos años que llevan ya con la marca de Colmenero, han hecho acciones tan arriesgadas como irse a 800 kilómetros para montar una boda en Marbella, y también en Baiona, con todo lo que eso conlleva de logística y desplazamiento. Y han sido todo un éxito, pues han generado un montón de experiencias en las que ya no eran solo unas flores colocadas y decoradas, sino algo abrumador. Ese mensaje es lo que buscan realzar y conseguir para que llegue a más gente.

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Claves de un gran evento en cuanto a decoración

Desde que José Ángel Colmenero comenzó hace 25 años en el sector floral, ha habido “un cambio brutal” de las tendencias y de la inversión que la gente realiza ahora en flores.

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Así lo explica: “El cambio ha sido brutal. Me acuerdo que cuando empecé teníamos cada fin de semana unas 15 novias. ¿Qué pasa? Que la novia de antes no llevaba el despliegue floral que hacemos ahora. Actualmente nuestra función es contar historias con la flor desde el momento cero que llega a nuestro atelier, donde ya empiezas a plasmar las ideas que te cuentan los novios y los clientes. Todo lo que se imaginan, y ahí se empieza a desarrollar todo, en ese sentido. Quiero decir, ahora una celebración, una boda o evento a la semana te absorbe toda tu capacidad, porque es un trabajo mucho más exhaustivo. Si me pongo a recordar, antes era un ramo de novia y unos centros para el banquete, y ahí terminaba la decoración floral. Gracias a Dios todo eso ha evolucionado. Ha habido gente, clientes y novias que han entendido que imaginarse una boda con decoración floral o sin ella es completamente diferente. La flor te habla, te transmite, te cuenta historias y sentimientos. No todas las bodas son iguales, por supuesto, pero toda esa elaboración y detalle hacen que sea un gran evento en cuanto a decoración”.