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Los logros de Esther Briz, la deportista del Basque Team que lleva el remo en la sangre

La remera de Basque Team Esther Briz habla sobre sus logros; comenzó en este deporte siendo una niña y ha logrado distintos premios internacionales de alto reconocimiento

Los logros de Esther Briz, la deportista del Basque Team que lleva el remo en la sangreCedida

La pasión que siente por el remo la lleva en la sangre. La remera del Basque Team Esther Briz comenzó siendo una niña en este deporte. Lo hizo por imitación, copiando y siguiendo los pasos de su hermano mayor. Y con mucho esfuerzo y, sobre todo, con una personalidad inquebrantable ha logrado tener un nombre reconocido tanto de manera nacional como de manera internacional. “El remo me ha dado tanto que no podría imaginarme mi vida sin este deporte”, dice sin vacilar ni dudar. 

¿CÓMO ES SU PERSONALIDAD?

Según valora, su personalidad actual es gracias a las situaciones que este deporte le ha hecho vivir y afrontar. “Gracias al remo he desarrollado autodisciplina, un impulso implacable, una ética de trabajo increíble y la capacidad de perseverar tanto como humanamente pueda en cada aspecto de mi vida junto con habilidades de gestión del tiempo. Además, me ha presentado a cientos de personas a las que estoy muy agradecida de llamar amigos hoy en día y que han dado forma a lo que soy hoy”, valora.

Tanto le apasiona este deporte, que la batería de premios que ha logrado en los últimos años es reflejo de su constancia y este amor que dice sentir. Por destacar algunos, ganó una medalla de bronce en el Campeonato Europeo de Remo de 2023, en la prueba de dos sin timonel. Además, obtuvo dos medallas de oro en el Campeonato Mundial de Remo de Mar, en los años 2022 y 2023. También participó en los Juegos Olímpicos de París 2024, ocupando el séptimo lugar en la prueba de dos sin timonel.

“Empecé a entrenar por las mañanas antes de ir a clase cuando tenía 14 años"

“Empecé a entrenar por las mañanas antes de ir a clase cuando tenía 14 años. El subidón de adrenalina que sentía cuando llegaba al instituto a las 8.15 horas después de entrenar puede ser difícil de entender. Sin embargo, el aumento de la productividad me resultaba adictivo. Con el paso de los años, la frecuencia de estos entrenamientos por la mañana aumentó, así como mi carga de trabajo en el instituto y otros compromisos. Soy una persona muy sociable, así que tampoco quería perderme quedar con mis amigos. Por lo tanto, la única forma que tenía de llegar a hacer todo era programar meticulosamente con anticipación, priorizar y seguir todo al pie de la letra. Esto siguió creciendo a lo largo de los años, y mi mentalidad de esforzarme al máximo por lo que merece la pena con ello”, recuerda. 

“Tan pronto como se introdujeron en mi vida los conceptos de gestión (del tiempo), optimización y compensación, me di cuenta de que mi pasión por ellos se había originado años antes, simplemente no los había etiquetado como tal"

“Tan pronto como se introdujeron en mi vida los conceptos de gestión (del tiempo), optimización y compensación, me di cuenta de que mi pasión por ellos se había originado años antes, simplemente no los había etiquetado como tal. Trabajo eficientemente bajo presión y con plazos ajustados. Tengo excelentes habilidades de gestión del tiempo, soy buena oyente y trabajo bien en equipo. Tomo la iniciativa cuando me meto en algo, disfruto usando mi creatividad, habilidades organizativas e instintos innovadores cuando trabajo en un proyecto. También me adapto bien a entornos cambiantes”, se define a sí misma. 

El remo se basa en la repetición de segmentos concatenados una y otra vez. “Remar es buscar la palada perfecta; un movimiento impecable, en el momento exacto, al unísono con todo lo que te rodea”, define. Y con el pasar de los años ella ha logrado esa palada perfecta. El remo da cualidades físicas extraordinarias, pero también enseña a lidiar con problemas que surgen más tarde en la vida. 

“Las grandes cosas toman tiempo. Ser más rápido, más fuerte, más duro mentalmente o más técnico no sucede de la noche a la mañana. La práctica y la constancia me llevarán allí; permanezco tranquila, confío en el proceso y disfruto del camino”, concluye.