Almudena Cid es muy recordada por su brillante trayectoria como gimnasta. La alavesa puso punto y final a su recorrido en 2008, en los Juegos Olímpicos de Pekín. Pese a su felicidad, muchos ignoraban el tremendo calvario que había tenido que pasar anteriormente. De este tema se ha pronunciado la vitoriana en el podcast ‘El Vestuario’ de Relevo.
En la última entrega del programa liderado por Quique Peinado, la también actriz estalló en lágrimas al echar la vista atrás y repasar los momentos más dolorosos de su carrera deportiva, demostrando que no todo fue un camino de rosas.
Lesiones y convocatorias
Almudena Cid reveló que había competido con el menisco roto en los Juegos Olímpicos del 2000. “Cuando terminé, me operé y hubo un vacío de poder, no había presidente, no hubo una transición fluida. Casi todas lo dejaron”, señala.
“Cuatro meses después me llamó la seleccionadora nueva y le conté que no me iba a mover de donde estaba. "O vienes o te atienes a las consecuencias", me dijeron. Por si fuera poco, la gasteiztarra cuenta que de cara a los Juegos de Atenas de 2004 le hicieron pelear con una compañera.
En palabras de la exgimnasta, un mes antes de la gran cita se rajó la fascia del pie: “Alguien me vio con muletas en el CAR, pegó un chivatazo y convocaron un control para que volvieran a medirme cuando ya había conseguido mi plaza. Llamé al Consejo Superior de Deportes y dije: ‘Voy a la prensa’, y entonces lo pararon porque el sistema clasificatorio era ese.
“Y luego vete a los Juegos de Atenas. Me recuperé de la fascia en tiempo récord e hice la competición de mi vida y pensé: "Esto es justicia". Me acuerdo que abuchearon mi nota de pelota porque fue muy baja. “Tranquilos, tranquilos", pensé, porque para mí haber hecho bien el ejercicio era suficiente después de lo que había pasado”, relata.
La cita de Pekín
De acuerdo con Almudena Cid, la seleccionadora intentó echarla para los Juegos Olímpicos de Pekín debido a una fractura de estrés en el pie. “Me obligaron a competir en el Campeonato de España para poder ir al Mundial, pero me la volví a romper. Entonces me metí en un programa de patinaje sobre hielo ('Desafío bajo cero' en Telecinco) y lo gané.
“Luego ya tenía a la prensa otra vez y dije: "Volvemos a la batalla". Y entonces desde la Federación dijeron: "No, ¿qué hay que hacer? " Y yo: "Dejadme trabajar, si hay una mejor que yo que vaya, pero por favor dejadme". Entonces ya fui a Pekín, conseguí otra vez el diploma, pero luego sufrí las consecuencias de aquel esfuerzo psicológico”, rememora la alavesa.
Los límites
Por otra parte, Almudena Cid lamenta el no fijarse límites para ciertos aspectos: “Tuve unas consecuencias catastróficas, porque aprendí que todo se podía conseguir con sacrificio, pero creo que hay que saber que hay cosas que no merecen la pena.
“Llevas el cuerpo a un límite que no es normal, acabas por tu ambición de no tirar por tierra tanto esfuerzo en un momento dado, pero sales con un pie infiltrado, dormido, roto... Por eso somos tan atractivos para las empresas”, reflexiona la exdeportista.
La perfección y nuevos retos
La alavesa cree que en su deporte "hay que rozar la perfección" porque, para ella, se trata de “ hacer tu mejor ejercicio, trasladar el mejor entrenamiento a la competición, que es lo más difícil y luego está supeditada a un jurado”.
“Son esto quienes deciden y no muchas veces coincidimos en el criterio y en la manera en que se hacen. De hecho hay reclamaciones en competición y se cambian las notas Entonces, a mí me llevaba a hacer gimnasia para el público. Y yo creo que por eso ahora soy actriz, porque me gusta contar historias”, explica la invitada.