Nacho Vidal ha vuelto a la primera plana debido a sus confesiones más personales. En una reciente entrevista en el programa ‘Col·lapse’ de TV3 presentado por Ricard Ustrell, hizo un repaso a su carrera como actor de cine para adultos. El momento clave fue cuando el invitado desveló detalles muy personales relacionados con su trabajo.

El intérprete admitió no estar al día de la actualidad: “Hace siete años que desconecté las antenas y no veo televisión”. Asimismo, Nacho Vidal explicaba cómo vivía su éxito en la profesión: “Creo que he sido muy conocido porque me ha gustado mucho lo que he hecho durante muchos años”.

También remarcaba la comodidad que le suponía su rutina laboral: “Cuando yo trabajaba, nunca sentía que estaba trabajando. Llegaba al set y lo primero que hacía era presentarme a la persona o personas con las que iba a tener sexo. Ya tenía relaciones antes del rodaje”, contaba.

“Me di cuenta de que mucha gente empezaba a tener relaciones sexuales viendo mis películas. Tenía que hacer algo y cambié como productor y director”, añade Nacho Vidal, revelando información sobre su nueva faceta.

“Hay una serie de películas mías que todo es muy light y muy tranquilo, que nada tiene que ver con lo que hacía Rocco Siffredi. Empecé a producir películas con preservativo, pero mis ventas cayeron”, reconocía, hablando de su intento de cambiar la industria del cine erótico.

Sobre las ETS

Conforme avanzaba la entrevista, el actor iba ofreciendo más datos de su vida privada. Uno de ellos trataba sobre los problemas de salud como consecuencia de hacer este tipo de cine. “He contraído todas las ETS menos el VIH”, se sinceraba el intérprete.

“La última que he contraído es la que me ha quedado crónica para toda la vida y la que me crea problemas: el síndrome de Reiter, una artritis reactiva”, expresaba en el programa. “Estoy tomando una medicina biológica con unas pastillas”, subrayó.

Nacho Vidal indicaba que es una enfermedad que tardaron unos cuantos meses en detectársela, ya que “es muy rara”. Según el, el día que se la diagnosticaron estuvo tres meses en la cama sin poder caminar por la gravedad de la afección.

“Es como la gota, pero multiplicada por dos millones”, aclaró “ No podía mover nada y tenía mucha fiebre”, recordaba sobre aquel momento.