Más de 70 familias vitorianas han recibido ayuda para mejorar sus relaciones y reconducir los conflictos en los ocho años que lleva de trayectoria el programa municipal Harreman. Para el próximo año del servicio, la Junta de Gobierno Local aprobó la pasada semana su expediente de contratación con una dotación económica de casi 78.000 euros.
“El programa Harreman ayuda a las familias a mejorar sus relaciones y a reconducir los conflictos. Para ello se realizan sesiones grupales, tanto con adolescentes como con madres y padres, y también sesiones con cada familia".
Una novedad introducida en este pliego de condiciones es la reducción de la edad mínima de los hijos e hijas, de 12 a 11 años, e incluso se señala que excepcionalmente se podrán incorporar niños y niñas de 10 años con madurez asimilable al grupo. El motivo de ello es que el nuevo diseño del programa tiene un marcado enfoque preventivo, por lo que pretende llegar antes y a más familias, con un formato de intervención grupal más ágil y breve, acompañada de una serie de acciones comunitarias (charlas, talleres a familias y formaciones a profesionales) dirigidas a la sensibilización y detección precoz de esta problemática.
El objetivo del Departamento de Políticas Sociales con este programa es disminuir las situaciones de conflicto familiar, buscando la mayor conexión emocional entre padres y madres y sus hijos e hijas.
"Los resultados de estos ocho años han sido satisfactorios, con más de 70 familias apoyadas y atendidas. Por eso, vamos a continuar impulsando el programa desde el Servicio de Infancia y Familia”.
Sesiones
“El programa Harreman ayuda a las familias a mejorar sus relaciones y a reconducir los conflictos. Para ello se realizan sesiones grupales, tanto con adolescentes como con madres y padres, y también sesiones con cada familia. Los resultados de estos ocho años han sido satisfactorios, con más de 70 familias apoyadas y atendidas. Por eso, vamos a continuar impulsando el programa desde el Servicio de Infancia y Familia”, destaca Lucho Royero, concejal de Políticas Sociales.
Durante estos ocho años, el programa ha estado dirigido a familias con hijos e hijas de edades entre 11 y 17 años que mostraban problemas de adaptación y/o comportamiento (conductas agresivas, incumplimiento reiterado de normas y limites, relaciones conflictivas con padres y madres…) y, a su vez, los progenitores tenían importantes dificultades para ejercer sus tareas educativas y necesitan apoyo profesional para fortalecer sus competencias de cara a un ejercicio positivo de su parentalidad.
Harreman, basado en la evidencia científica y puesto en marcha en 2017, tiene un enfoque de intervención grupal. De esta forma, las más de 70 familias atendidas han conseguido mejorar sus niveles de conflictividad y adquirir estrategias para mejorar la convivencia.