Por fin, fumata blanca. La patronal de las residencias y viviendas comunitarias privadas de Álava y los sindicatos han sellado en la tarde de este jueves un preacuerdo in extremis que pondrá fin al largo conflicto en el sector y que, de paso, allana la aprobación de las Cuentas forales de Álava.

Tras una maratoniana jornada de reuniones entre las partes, que con el paso de las horas han ido acercando posturas, el pacto alcanzado para mejorar las precarias condiciones laborales y salariales de la plantilla ha cristalizado y propiciará no solo el primer convenio provincial en la historia de este sector, sino también que el grupo juntero de Elkarrekin retire la enmienda a la totalidad condicionada que había presentado a los Presupuestos de 2026.

A la espera de que las centrales aporten todos los detalles del acuerdo, ya es una realidad el final a seis años de desencuentros con más de 50 jornadas de huelga y múltiples protestas como saldo. Está previsto que el pacto sea rubricado por las partes el próximo martes 16 en el Consejo de Relaciones Laborales (Preco).

Según ha informado el sindicato ELA a través de un comunicado, el acuerdo incluye durante su vigencia, de un total de cuatro años (2025-2028), incrementos salariales del 32,5% para la plantilla, lo que en 2028 se traducirá en una nómina mensual de 1.500 euros en el caso de las gerocultoras.

Protestas de las trabajadoras de las residencias en la Plaza Nueva. Pilar Barco

Entre otras medidas más, el pacto recoge una reducción de 100 horas en la jornada anual durante los próximos cuatros años y otras iniciativas más "contra la precariedad" como mantener los cuatro días anuales de libre disposición, un aumento de los descansos en fin de semana o una cláusula para la consolidación de las horas complementarias.

La central ha valorado el "compromiso" de las trabajadoras del sector y la "implicación política" tanto de Elkarrekin como de EH Bildu para atajar este contencioso.

"Inmensamente felices"

Tampoco se ha hecho esperar la reacción de la formación morada, que había establecido como línea roja para abordar la negociación de los Presupuestos forales del próximo ejercicio 2026 el fin del conflicto en las residencias.

“Estamos inmensamente felices ante el escenario que se abre a partir de esta noticia, y felicitamos a sus verdaderas protagonistas: las trabajadoras del sector. Era una cuestión de derechos sociales, laborales… de justicia", ha celebrado en un comunicado el portavoz juntero, David Rodríguez.

José Damián García-Moreno y David Rodríguez charlan con el diputado general, Ramiro González. Alex Larretxi

Un nuevo escenario

Elkarrekin Araba ha remarcado que con esta decisión no da a la Diputación "un cheque en blanco", sino que se abre ahora a negociar y "defender una amplia batería de propuestas" a través de las 71 enmiendas parciales que presentó al borrador económico foral.

Será ya la última oportunidad para evitar la prórroga de las Cuentas, aunque lo que a priori parecía más difícil, el acuerdo en la red residencial privada, ya es un hecho.