Una de las cuadrillas más veteranas de La Blanca, Okerrak, celebró ayer los 45 años de existencia con una jornada de confraternización entre sus miembros actuales y otros que, animados por la conmemoración, decidieron vestirse la blusa y calzarse las abarcas en tan señalada jornada.

Los blusas y neskas de Okerrak son uno de los elementos más reconocibles e identificados con el pueblo de Ali. Por este motivo concentraron en la población de las afueras de la capital todas las celebraciones. Renunciaron a estar presentes en el primer paseíllo de la calle Dato para impregnar de alegría y jolgorio todas las calles de Ali pasadas las 18.15 horas.

Este recorrido por Ali fue la parte final de un programa que tuvo también actividades para los más pequeños con una serie de hinchables, toro mecánico, música para mover el esqueleto y actividades acuáticas.

Así discurrió gran parte del día hasta que tocó sentarse a la mesa para brindar y rememorar historias de este casi medio siglo con la blusa y las abarcas durante La Blanca. Hasta 220 comensales se dieron cita en una carpa instalada junto a la sociedad de Ali. Además de los habituales de las últimas ediciones se pudo también ver a “viejas glorias”, como definió su presidente, Andoni Bejarano, a los blusas y neskas que decidieron involucrarse ayer de nuevo para esta celebración. Ha querido el azar que esta celebración llegue después de las dos ediciones en blanco y suspendidas debido a la pandemia. “Las ganas son enormes por todo”, definió el presidente. Como toda celebración, tras dar buena cuenta del sabroso menú, una gran tarta de 1,50x70 puso el dulce colofón al día.