El trabajo temporero es fundamental para el campo alavés. La vendimia en Rioja Alavesa es la época de más contrataciones, pero las personas trabajadoras también se empeñan en otras tareas, como la recogida de la patata, espergura y desniete de las viñas; poda, trabajos de regadío y otras labores agrarias.
Sin embargo, esta modalidad de empleo enfrenta todavía importantes desafíos que afectan tanto a las personas temporeras, como a las empleadoras.
Por ello, el sindicato agroganadero alavés UAGA, al mismo tiempo que celebra este año el 25 aniversario de la puesta en marcha del programa de temporerismo y hace balance de su trayectoria, reflexiona sobre cómo mejorar el pionero proyecto.
Reto superado
La base del programa de temporerismo es la lucha contra la subcontratación de trabajadores del campo. UAGA se empeñó desde el comienzo en que este programa fuera la solución a las dificultades de tipo social, económico y cultural, y con la contratación en origen consiguió mitigarlos durante muchos años.
Y, aunque hoy en día, la subcontratación sigue siendo un problema en el territorio, el objetivo dentro del proyecto se ha cumplido al 100%” valora el sindicato alavés.
Mafias camufladas
No obstante, advierte UAGA de que “no tenemos que cerrar los ojos a los problemas de las mafias que, por desgracia, siguen existiendo, ahora camufladas en empresas de servicios”, constata.
Otro de los fundamentos del programa de temporerismo de UAGA pasa por que los agricultores que contratan temporeros se comprometan a facilitarles un alojamiento adecuado y garantizar unas condiciones de trabajo y sueldos dignos.
Y desde que la iniciativa se puso en marcha en el año 2000, todas estas condiciones han mejorado, según el sindicato agroganadero.
Nuevas dificultades
Sin embargo, a pesar de la evolución positiva, el proyecto se enfrenta a nuevas dificultades. He aquí algunas de ellas, según confiesan agricultores que se han salido del programa de temporerismo.
En el 48,6% de los casos por jubilación. En el 18,92% porque han contratado personal temporero mediante una empresa de servicios. El 12,1% porque no acepta las condiciones del programa de UAGA y el 9,4% porque la cooperativa a la que entrega la uva se encarga de contratar a los trabajadores temporales.
Asimismo, hay un 2,7% de agricultores que declara utilizar maquinaria para vendimiar y un 6,7% que a última hora acude a UAGA al no encontrar personal para el campo.
Al mismo tiempo, surgen problemas nuevos en el sector primario, que también afectan al desarrollo de las campañas y, por lo tanto, a la contratación de temporeros y temporeras.
Ejemplos de ello son el cambio climático, el hecho de que unas campañas se solapan con otras, caso de la vendimia, la fruta de pepita; el pimiento-piparra, la patata o el ajo.
Campañas más cortas
Además, las campañas agrícolas cada vez son más cortas en el tiempo, escasea la mano de obra, pese al paro estructural existente en el territorio, el salario mínimo interprofesional se incrementa, lo que aumenta los costes para el agricultor y a muchas personas les falta documentación.
A todos estos factores se suma que hay escaso relevo generacional en las cuadrillas y las cosechas cada vez están más mecanizadas.
Exigentes plazos
Otros problemas detectados por el sindicato agroganadero alavés son la proliferación de empresas de servicios contratadoras, perfiles no profesionales y, en el caso de la vendimia, los exigentes plazos de entrega de la uva en bodega, que acorta las fechas para vendimiar.
UAGA trata de dar solución a todos y cada uno de los desafíos colaborando con otras organizaciones agrarias que igualmente trabajan con personal temporero, solicitando a las administraciones públicas que faciliten el papeleo y la burocracia a las personas inmigrantes, incrementado los salarios, contratando temporeros en origen y demandando empleo en Lanbide y en cualquiera de las entidades en las que surja la opción.
Pero, ante todo, este año, UAGA quiere poner en valor el trabajo de más de dos décadas.
“Tenemos una experiencia de 25 años, trato directo, cercano y conocimiento de la reglamentación laboral. Ayudamos con los contratos, nóminas, jornadas laborales... y disponemos de una red de contactos con las instituciones y organizaciones sociales y de trabajo”, subraya el sindicato alavés.
Explotaciones agrarias
Más de dos décadas después, el programa de temporerismo sigue abierto a todas las explotaciones agrícolas del territorio.
Por su parte, éstas deben asumir la obligación de cumplir el convenio agrario que regula las relaciones laborales de temporerismo. Esto es, acepar la oferta de trabajo para campaña, sueldos, horarios y alojamientos.
UAGA, por su lado, se encarga de la coordinación de las cuadrillas, trámites burocráticos y entrega de las nóminas, cuyo pago debe realizarse en un máximo de 48 horas desde la finalización del trabajo.
Y es que, los objetivos del pionero programa de temporerismo siguen encaminados a evitar la subcontratación y el desarrollo de mafias.
Pero también a diseñar campañas lo más normalizadas, integrar a las personas inmigrantes, contratar personal bajo unas condiciones laborales dignas y asegurar alojamientos adecuados.
Mano de obra
Igualmente, el programa de temporerismo de UAGA intenta conseguir el máximo posible de jornadas de trabajo a las personas temporeras y ofrecer mano de obra cualificada a las explotaciones agrarias.
Asimismo, facilita todos los trámites burocráticos, asesora personalmente a los participantes, gestiona los alojamientos comunitarios y garantiza la formación sobre prevención de riesgos laborales.
El pasado año participaron en el programa de temporerismo de UAGA 848 personas, 26 mujeres y 822 hombres, fundamentalmente en la campaña de la vendimia (408 personas) y espergura y desniete de las viñas (242 personas).
En las recogidas de patata y uva, la mayoría del personal temporero llegó de Marruecos (74%), frente al 3% de procedencia estatal, al igual que en las tareas de espergura y desniete de las viñas.