El programa de temporerismo nació para acabar con la subcontratación y las mafias, ¿en qué sentido se ha avanzado?
Uno de los hitos más importantes es que prácticamente ha desaparecido el chabolismo, que era una situación habitual antes. Cuando empezamos con el programa de temporerismo veíamos que muchas cuadrillas venían a trabajar con menores sin escolarizar, acampaban en cualquier era o descampado, en chabolas hechas de madera o se metían en cualquier casa vacía. Por suerte, todo eso ha ido desapareciendo y ya solo vienen las personas que trabajan, no con las familias, a no ser que vayan a trabajar también.
Sin embargo, ahora os encontráis con otro tipo de mafias.
Sí, las mafias siguen existiendo. Es muy difícil acabar con ello, a no ser que desde la Administración se hiciera una potente campaña porque las mafias, con el tiempo, se han ido adaptando a las circunstancias. ¿Qué han hecho? Pues crear empresas de servicios que, bajo la apariencia de empresa legal, siguen con las mismas prácticas abusivas: quedarse parte del salario de las personas trabajadoras, extorsión, explotación en otros aspectos..., pero está más oculto porque tienen esa pantalla legal como empresas de servicios.
Subcontratación
Y ¿cómo las detectáis? Porque no creo que los propios trabajadores os lo comuniquen.
Es algo que detectamos en las propias campañas, sobre todo en vendimia. También nos lo ha confirmado la Ertzaintza, normalmente las personas que sufren esta situación no suelen hablar. A veces, sí que se intuye o te dicen algo, pero... Los trabajadores que vienen a través del programa de UAGA lo hacen en condiciones legales y no hay una subcontratación o explotación detrás, entonces es algo que vemos, más que nada. Por lo que nos cuenta la Ertzaintza les suelen retirar la documentación, el pasaporte más que nada, y así ya los tienen atados, en su poder; aparte de utilizar otras tácticas como la extorsión, amenazas veladas, etc.
Con el paso de los años ha disminuido el personal temporero que llega a Álava. Falta mano de obra.
Sí, cada vez hay más problemas para cubrir la mano de obra necesaria. Nos afecta especialmente en nuestro sector, pero también a otros: industria, hostelería...
No ocurre únicamente en el campo.
Hay un problema generalizado a la hora de encontrar mano de obra. En nuestro sector, además, donde el trabajo es temporal y tiene un cierto estigma social, pues... No es que el trabajo sea más duro ni peor, pero está estigmatizado y sobre todo afecta la temporalidad. Para puestos indefinidos, no creo que haya tanto problema.
Falta mano de obra
Sin embargo, hay personas en paro. ¿No os llegan trabajadores de Lanbide?
Difícilmente, sí que lanzamos la oferta. El grueso de los trabajadores que vienen es porque repiten de años anteriores o por el boca a boca. Con Lanbide, el asunto es que hay que lanzar una oferta de trabajo dirigida a personas individuales y en el campo, normalmente, se trabaja en cuadrillas. Es mucho más complicado. Si viene un solo trabajador, cuando las explotaciones lo que contratan son cuadrillas de 4, 5, 6 u ocho personas, pues es más difícil de gestionar.
A pesar de las dificultades, ¿qué balance hace estos 25 años?
El balance es muy positivo, sobre todo porque se ha acabado con el chabolismo, los menores sin escolarizar y se han estandarizado unas condiciones laborales buenas. Cualquier temporero que viene a trabajar con nosotros sabe que se paga por encima del salario mínimo, que damos alojamiento, asesoramiento, que cada trabajador cobra su nómina y hay un contrato que se lee previamente antes de empezar a trabajar. Todas esas condiciones son conocidas, un referente; entonces, el resto de explotaciones sigue ese referente, más o menos.
La mayoría son de origen marroquí, ¿no?
El grueso es de origen marroquí, en torno al 80%. El siguiente grupo más numeroso procede del África subsahariana. Entre ambos grupos se cubre el 95% de la demanda.
Menos explotaciones
Vamos con la otra parte, los agricultores, ¿cuál es su grado de satisfacción con el programa de temporerismo de UAGA?
En general, pasa un poco como con los temporeros. Las explotaciones que trabajan con UAGA ya llevan años, normalmente son explotaciones pequeñas, familiares y valoran mucho nuestra labor y cercanía. Normalmente, conocen a las cuadrillas, la relación es mucho más estrecha que cuando contratas una empresa de servicios. Es una relación de años. Saben que para cualquier problema tienen nuestra oficina siempre abierta y que, si surge algún conflicto, está UAGA para mediar.
Vamos, que el trabajo de UAGA va más allá de ser una mera oficina de empleo...
Sí, claro. Hacemos búsqueda activa de trabajadores, labor didáctica, junto con Lanbide, para explicar a los receptores de RGI que pueden compatibilizar la ayuda con trabajos temporales, por ejemplo, intentamos buscar trabajadores por todos los medios posibles y colaboramos con todas las instituciones y asociaciones que se nos ocurren porque nunca sabes de dónde puede venir una cuadrilla nueva.
La vendimia
La viña es la labor que más temporeros mueve, sobre todo la vendimia.
Aparte de la viña, otro de los gruesos es la recogida de patata, al margen de que se haya mecanizado más. También la recolección de manzana para sidra, piparra, instalación de tubos para riego y otras labores. No hay relevo generacional y las explotaciones han crecido. La falta de rentabilidad ha hecho que el agricultor necesite cada vez llevar más tierra para poder obtener cierta rentabilidad.
Una vez hecho balance, ¿hacia dónde tiene que avanzar el programa de temporerismo de UAGA?
Estamos trabajando sobre todo en la búsqueda activa de trabajadores porque cada vez es más complicado cubrir los puestos necesarios. Hay que concentrarse en buscar trabajadores temporeros para cubrir la demanda porque ése es nuestro mayor escollo ahora mismo.