En el mismo día en el que estaba convocada una manifestación por los jardineros de Vitoria, coincidiendo con los dos meses de huelga que se cumplían desde su inicio para reivindicar un convenio propio y mejorar sus condiciones laborales, empresa (Enviser) y comité (ELA, LAB y ESK) se han reunido hoy desde primera hora. Sin embargo, en las cerca de esas dos horas que ha durado el encuentro, los representantes sindicales han llegado a una doble conclusión. La primera, que “prácticamente, no ha habido oferta”. Y la segunda, “que nos han trasladado que la cosa va a ir por otra vía”, según han adelantado fuentes sindicales a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, nada más salir del mismo.
Esto se ha concretado en un comunicado posterior, en el que se dice que la dirección de la empresa ha trasladado al comité “la voluntad de Enviser de rescindir de mutuo acuerdo con el Ayuntamiento el contrato vigente, ya que, según sus palabras, los números no les permiten abordar las reivindicaciones de la plantilla. El Ayuntamiento ha ofrecido esa rescisión y está siendo valorada por los servicios jurídicos tanto del propio Ayuntamiento como de la empresa”.
Según la parte sindical, “este movimiento podría acercar la solución a la huelga indefinida que se inició hace dos meses, por ello, el comité de huelga ha solicitado una reunión urgente con el Ayuntamiento para recibir información sobre el tiempo que necesitan para sacar y adjudicar el nuevo pliego de contratación, en el que vengan reflejadas las condiciones laborales que la plantilla reclama. Es fundamental que se realice con toda la urgencia que la situación requiere, para conseguir un acuerdo satisfactorio para todas las partes”.
Poder modificar condiciones
Y es que “estando vigente el contrato, no puede modificar ciertas cosas”. Por eso, con el Ayuntamiento están trabajando en eso, en hacer “un nuevo convenio y que salga el nuevo contrato, que están mirando, si saldrá con carácter de emergencia o con un concurso rápido”, según han expresado a DNA fuentes sindicales.
"Nos han trasladado que la cosa va a ir por otra vía, más o menos nos han dado a entender que se van a salir del contrato, pero todavía no es seguro porque lo están trabajando con el Ayuntamiento"
Pese a que la empresa les ha dejado ver que ya ha iniciado los contactos para poner fin a la relación contractual, fuentes municipales han explicado que en estos momentos no están “en ese escenario” de esa posible rescisión. En lo que trabajan es en seguir “presionando” a las partes para que haya acuerdo. “Esta semana nos volveremos a reunir con el comité y después con la empresa”, han anunciado antes de hacerse público el comunicado.
No obstante, la propia Artolazabal también dejó caer la posibilidad de pactar la rescisión del contrato con Enviser, si no hay acuerdo con sus empleados. Y trasladó la pasada semana a la empresa, “con total claridad”, la necesidad de seguir mejorando la última propuesta, ya que “no es suficiente. Hace falta una en condiciones, seria, que permita avanzar de verdad y empiece a desbloquear un conflicto que ya se prolonga demasiado”.
Visto que el conflicto sigue enquistado tras dos meses de su inicio, los cerca de sus 90 trabajadores decidieron no desconvocar la huelga y mantener la convocatoria para esta tarde de una manifestación, desde la plaza Nueva y con fin en la Virgen Blanca, apoyada por una decena de colectivos, ya que “solo con la movilización ciudadana se conseguirá presionar a las partes para salir de la situación actual”.
Lo ideal, un convenio propio
Lo ideal es que sea un convenio propio, ya que actualmente se rigen por el estatal, por lo que muchas de sus nóminas apenas superan el SMI (salario mínimo interprofesional), "pero es más o menos lo que lleguemos a negociar, lo que pasa es que se quita el escollo de que la empresa, estando vigente el contrato, no puede modificar ciertas cosas. Con el Ayuntamiento están trabajando en eso, para hacer un nuevo convenio y cuando salga el nuevo contrato, que están mirando, si saldrá con carácter de emergencia o con un concurso rápido, sería con lo que hayamos pactado".
De momento, como siguen con las mismas condiciones, se mantiene tanto la huelga como la manifestación.
El conflicto
El 26 de marzo empezaron con la huelga indefinida, "tras solicitar más de un año antes a la empresa iniciar la negociación de un convenio colectivo propio. La empresa nunca ha querido negociar y la plantilla no ha tenido otra opción que recurrir a la huelga indefinida para mejorar nuestras condiciones laborales".
Denunciaron que en 58 días de huelga, la empresa ha convocado "únicamente" tres reuniones con la plantilla.
El "obstáculo principal" para lograr un acuerdo está en materia salarial, ya que los de la mayoría de la plantilla apenas superan el Salario Mínimo Interprofesional (SMI).
En la primera reunión, la empresa ofreció 25 euros al mes en un plus tóxico-peligroso "sin reparar que una importante parte de la plantilla ya cobraba más por ese concepto. En la segunda reunión, reconocieron su error y ofrecieron 300 euros brutos anuales y en la última reunión, hicieron otra ridícula oferta de una subida de 43 euros brutos al mes para llegar a un acuerdo".