La capital alavesa da la bienvenida a un nuevo local gastronómico donde es posible hacer ese viaje a México a través de lo culinario. En la calle Manuel Iradier (número 80), muy cerca de la plaza del Renacimiento, da servicio desde hace poco más de una semana la taquería gastronómica Casa Milagro. Un lugar donde prima esa cocina tradicional que pasa de generación en generación; de lo aprendido en la cocina de casa.

De esta forma lo desmiga a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA la pareja que está detrás de este proyecto. Berenice Torres, nativa de México, e Iván Ruiz, gasteiztarra, han apostado por traer a tierras alavesas por primera vez un “pedacito” del país azteca, después de vivir veinte años en Playa del Carmen, donde se conocieron y formaron una familia. De hecho, allí siguen manteniendo otros proyectos hosteleros.

“Nos gusta la cocina, es a lo que nos dedicamos”, apunta Torres. Ahora, tras poner a punto el local durante estos primeros meses del año, Casa Milagro ya está listo para que los vitorianos puedan degustar sus variados tacos y enchiladas; entre muchas otras apuestas.

Se trata de un tipo de cocina que fusiona el producto local con ingredientes que la hostelera trae desde su país natal, como los chiles. “Nada es producido ni congelado, todo lo hacemos de casero”, asegura la cocinera.

"Estamos llegando a lo que queremos, a esa comida tradicional y casera que se puede tener un domingo en casa, con mano de obra mexicana"

Además, la idea que tienen es ir cambiando el menú cada tres meses, incorporando así nuevas elaboraciones a medida que el negocio vaya creciendo y cuenten con un equipo de trabajo que lo permita. Eso sí, recalca que, por ejemplo, “el guacamole no puede faltar”.

Más allá de los tacos

Con esa filosofía de mantener lejos todo lo que implica colorantes y aditivos, y queriendo preservar la naturalidad de los productos, y, por supuesto, ese auténtico sabor mexicano, Torres destaca como entrantes a probar las croquetas de plátano macho rellenas de frijoles y quesos refritos así como los quesos frescos que cocinan a la plancha, agregándoles una rica salsa negra que combina la soja con los cítricos. 

Croquetas de plátano macho rellenas de frijoles y quesos refritoS

Entre otras propuestas, los gasteiztarras también pueden encontrar un salpicón de ternera acompañado de totopos, con un ligero escabeche”. En este sentido, la hostelera matiza. “Nosotros en México no comemos los nachos que aquí se conocen, esos con quesito. Eso es Tex-Mex. Es otra cosa. Allí se consumen los chilaquiles, que son los totopos con salsa roja o salsa verde”, explica.

En lo que refiere a los tacos, apunta que cada uno presenta un acompañamiento. “Tenemos, por ejemplo, de barbacoa de picaña, el clásico de cochinita pibil, de carne al pastor (de cerdo), de milanesa con queso" además de otras opciones vegetarianas, por ejemplo, la flor de calabaza a la mexicana o la tinga de zanahoria con flor de Jamaica. Asimismo, disponen de opciones para celiacos.

Enchiladas divorciadas

Más adelante, la idea es incluir en la carta una sección de mariscos, “como cebiches, aguachiles o langostinos al mojo de ajo, o enchipotlados”.

México a sorbos

Oferta diferente y auténtica también en bebidas. ¿La especialidad? Claro está, los tequilas artesanales, pero también otros licores “de mi tierra”, como el licor de Chile Chipotle, de mazorca o de anís proveniente de Yucatán. “Normalmente no se exportan, se quedan en México. Están muy ricos”, apunta el hostelero de Vitoria. “Queremos que prueben de todo”, coinciden ambos.

Venir y probar

De momento, entre los primeros clientes que han acudido al local, la pareja señala que han funcionado muy bien platos como el salpicón este de ternera o los tacos crujientes de bacalao; además de las enchiladas. “Estamos llegando a lo que queremos, a esa comida tradicional y casera que se puede tener un domingo en casa, con mano de obra mexicana. Y parece que está gustando”, sostiene la responsable del restaurante.

A su lado, Ruiz destaca también la importancia de cuidar a la clientela, los pequeños detalles así como la propia calidad del servicio. “Yo quiero que vengan, lo prueben y si les gusta volverán. Quiero que esta comida transporte a México. Que un mexicano venga, y diga: esto sí”, señala sonriente.