Daniel Jiménez Villarreal, pediatra del Hospital Vithas de Vitoria, explica los motivos que hacen que con la bajada de temperaturas haya más casos de infecciones respiratorias. Básicamente, como resume, “porque se postulan condiciones y algunas causas.

Por un lado, porque con el tiempo propio del invierno (frío y lluvias) hacemos más actividades en espacios cerrados “y a medida que se incrementa el tiempo en estrecho contacto cercano con otras personas, aumenta también el riesgo de infección por un patógeno que se transmite a través de las vías respiratorias”.

También porque las condiciones climáticas afectan el sistema inmune. “La falta de exposición solar sobre nuestra piel podría desembocar en un déficit de vitamina D y melatonina, lo que conlleva un peor desempeño del sistema inmunitario”, argumenta.

Y en último lugar, porque los virus causantes de la gripe y el resfriado “parecen resistir mejor las temperaturas bajas ambientales en comparación con las temperaturas templadas. Pese a ello, los motivos por los que nos enfermamos más en otoño y en invierno no están del todo claros”.

Guarderías

También es de sobra conocido que los niños que asisten a las guarderías infantiles tienen mayor probabilidad de contraer una infección que los que no asisten a estas instituciones. “Los niños que las utilizan a menudo están cerca de otros que pueden estar enfermos. Sin embargo, estar cerca de una gran cantidad de gérmenes en las guarderías de hecho puede mejorar a la larga el sistema inmunitario del niño”, agrega.

Limpieza de juguetes

Teniendo en cuenta que las infecciones se propagan con mayor frecuencia cuando los menores se llevan juguetes ‘sucios’ a la boca, “es necesario que atienda mejor a las prácticas de limpieza en la guardería. Hay que enseñar a los pequeños a lavarse las manos antes de comer y después de usar el inodoro. Y algo muy importante: si sus hijos están enfermos, los padres deben dejarlos en casa”.

Matiza que fortalecer el sistema inmunológico de los txikis en realidad “no es tan difícil, así que para potenciarlo sin tanta complicación, hay que propiciar una alimentación sana, equilibrada y nutritiva. En general, es importante incluir en la dieta diaria frutas y verduras, pues contienen vitaminas, minerales y antioxidantes que fortalecen el sistema inmunológico”.

Ruidos respiratorios

En cuanto a qué síntomas son los que tienen que aparecer para que los progenitores no duden en acudir a consulta, responde que se debe acudir “si la tos es persistente y se asocia a ruidos respiratorios, si el proceso respiratorio dificulta la alimentación, si es asociado a signos de dificultad respiratoria (aumento en la frecuencia respiratoria, retracción de partes blandas o cianosis) y si la fiebre no cede con antitérmicos convencionales”.

Por último, ofrece una serie de recomendaciones para evitar los virus respiratorios, en la medida de lo posible. En primer lugar, cubrirse la boca y la nariz con un pañuelo desechable al toser o estornudar; “si no tienen un pañuelo de este tipo, al toser o estornudar hay que cubrirse con el ángulo interno del codo, no con las manos”. En segundo lugar, aprender y usar la técnica de lavado de manos “y enseñar a los niños la forma correcta de hacerlo y limpiar con regularidad las superficies que se tocan con frecuencia”.