En Iruña de Oka, no muy lejos de Vitoria, existe un lugar que recientemente ha reabierto sus puertas y que es un auténtico placer para los amantes de la naturaleza. Hablamos del Jardín Botánico de Santa Catalina, que, tras su cierre en 2021 y sus posteriores reformas, vuelve a recibir tanto a locales como a turistas. 

El interior del recinto preserva más de 1.200 especies de plantas en un entorno único donde también se pueden observar las estrellas. Por no hablar del paisaje que le rodea, muy cerca de la Sierra de Badaia, al suroeste del territorio.

Un lavado de cara

El Jardín Botánico de Santa Catalina incluye entre sus principales novedades más especies de flores en el área sur del jardín. También se ha preparado un espacio para bonsáis donde hay ejemplares únicos, además de otras plantas tan exóticas como interesantes. 

Asimismo, y de la mano de la colaboración de instituciones locales, el espacio ha ido desarrollando en estos últimos tiempos nuevas actividades culturales y educativas, así como visitas guiadas, sobre todo para los más pequeños.

Historia del jardín 

El  nombre del Jardín Botánico de Santa Catalina viene de una ermita del mismo nombre. Esta edificación de Álava fue construida entre los siglos XIII y XIV junto a la casa torre original del matrimonio Andrés Martínez de Iruña y Mari Sánchez.

Ya a principios del siglo XV, la familia cedió el lugar a los monjes Jerónimos, que aprovecharon para fundar allí un convento. Más tarde, fueron los Agustinos quienes tomaron el relevo. Bajo su posesión, estos construyeron la iglesia, el claustro y la sala capitular. 

Sin embargo, el recinto fue abandonado a causa de las desamortizaciones del año 1835. Por si fuera poco, y en plenas guerras carlistas, un incendio asoló el lugar. No fue hasta 1999 que el Ayuntamiento de Iruña de Oka adquirió el recinto para transformarlo tal y como hoy lo conocemos..

Jardín de Santa Catalina Pablo José Pérez

Tres paisajes en uno

El jardín está dividido en tres áreas. La primera de ellas contiene especies del clima predominantemente atlántico, tales como hayas, robles, castaños y abedules. 

En el fondo del lugar, son mayoría aquellas acostumbradas a entornos más húmedos como nenúfares, lirios y rosales, justo donde están las ruinas del viejo monasterio agustino.

Finalmente, la tercera zona alberga a plantas preparadas para el calor y las altas temperaturas como eucaliptos, encinas o cactus.

Entre estrellas y ruinas

A mencionar que este jardín botánico también es un espectáculo nocturno. Gracias a la altura del terreno y los días de cielo limpio, ha sido reconocido como el primer “parque estelar” de todo el mundo para la Fundación Starlight. 

También ha sido avalado por la UNESCO y otras asociaciones, que aplauden el valor del recinto como enclave de observación astronómica. En algunas veladas, es posible disfrutar del firmamento y maravillarse con la belleza del universo. 

Vista aérea del Jardín Botánico de Santa Catalina Cedida

¿Cómo llegar desde Vitoria?

Para llegar al Jardín Botánico de Santa Catalina desde Vitoria, hay una línea de autobús que conecta con Trespuentes, concejo del municipio de Iruña de Oka donde se ubica el lugar. De forma alternativa, la línea Okabus es una opción muy interesante si se va desde otros pueblos cercanos.