Vitoria ya ha completado la creación de un gran corredor vegetal, desde la localidad de Margarita hasta el barrio de Zabalgana, bordeando el oeste y sur de la zona industrial de Júndiz, para mejorar la conectividad ecológica, mitigar los efectos del cambio climático y garantizar a su vez la consolidación del Anillo Verde.

Lo ha hecho, como ha explicado este viernes la alcaldesa Maider Etxebarria, tras culminar la quinta fase del proyecto Mendebaldea, que ha consistido en la reforestación de parcelas públicas situadas al sur de Jundiz frente a la nacional 102, así como la creación de un camino peatonal y ciclista, lo que ha permitido unir la zona de servicios del polígono industrial con Zabalgana, a través del camping de Ibaia y del pueblo de Zuazo.

Para esta quinta fase, en concreto, se han destinado 150.000 euros, de los que el Gobierno Vasco ha aportado 89.000 euros.

En total, estas cinco fases han supuesto un desembolso de 700.000 euros para las actuaciones acometidas en 43 hectáreas de terreno, a través del proyecto Urban Klima del Gobierno Vasco.

"Esta es una actuación potente, que acentúa nuestro carácter sostenible y que lucha contra el cambio climático porque hemos plantado miles de arbustos y árboles, hemos naturalizado la periferia de Jundiz y mejorado la calidad ambiental de suelos degradados y creado sumideros de carbono y hemos habilitado sistemas de drenaje sostenible y habilitado charcas para el fomento de la biodiversidad. Además, hemos contribuido a la petición vecinal de facilitar la conexión de los pueblos del entorno, como Margarita, Lermanda, Ariñez o Zuazo", ha subrayado.

“Esta quinta fase consiste en la reforestación de parcelas públicas situadas al sur de Jundiz frente a la nacional 102, así como la creación de un camino peatonal y ciclista”

Maider Etxebarria - Alcaldesa de Vitoria

Todo ello, como ha zanjado, ha hecho que "Mendebaldea ya sea un referente fuera de Vitoria. Ayer mismo recibíamos a alumnos de Cataluña que estaban interesados en ver cómo se recuperaban suelos degradados mediante técnicas naturales como las utilizadas en este proyecto".

Regeneración ambiental

Las primeras actuaciones de esta quinta fase comenzaron el pasado septiembre, cuando se habilitó un camino en cuya construcción se utilizaron materiales de la planta de reciclaje de Gardelegi.

Junto a esta senda se han plantado un centenar de olmos y cerca del camping de Ibaia, diversos ejemplares de árboles frutales autóctonos.

"Para estas plantaciones forestales, hemos utilizado especies propias de la Llanada para crear la formación de matorral, encinares y quejigales, bosques de ribera, además de arbustos aromáticos", ha destacado la primera edil.

Para completar todas estas actuaciones y también para dar continuidad al recorrido, a principios de año se instalaron dos pequeñas pasarelas de madera que salvan un pequeño arroyo y acequia de la zona.

"A partir de ahora y durante los dos próximos años, lo que tenemos que hacer es mantenimiento para que haya un buen arraigo de toda esta vegetación".

Inicio del proyecto

El Ayuntamiento junto al Centro de Estudios Ambientales (CEA) impulsaron este proyecto de Mendebaldea tras constatar que la zona oeste del municipio se había desarrollado enormemente en las últimas décadas.

El crecimiento del polígono de Jundiz, junto a la autovía A-1, la carretera N-102 y el ferrocarril, contribuyeron a fragmentar esa zona del territorio y a aumentar su fragilidad ecológica de manera notable y por eso mismo se acordó revertir la situación creando un gran corredor verde.

Plano del Proyecto Mendebaldea DNA

Las cinco fases

La primera de estas fases es la que se acometió en Lermanda, con el proyecto de regeneración ambiental finalizada en 2017.

A ella, le siguió una segunda fase ejecutada entre 2018 y 2019, que es el enclave conocido como Mendigurentxo.

Tras ella, vino la tercera, la de Ariñez, que continuó con la de Ariñez y Margarita (Fase 4).