Vitoria y Tánger abren una etapa de colaboración para recuperar el palacio Álava-Esquível. La alcaldesa de Vitoria ha recibido hoy en la Casa Consistorial a una delegación del Ayuntamiento marroquí de Tánger, encabezada por su alcalde, Mounir Laymouri.

En el encuentro de una hora de duración, ambos regidores han abordado cuestiones de interés común que figuran en la agenda de ambas ciudades relacionadas con los ámbitos de la sostenibilidad, economía, turismo y la cultura, entre otros asuntos, en los que han manifestado su compromiso de colaborar.

Palacio Álava-Esquível

Asimismo, Etxebarria y Laymouri analizaron el estado del deteriorado palacio Álava-Esquivel, situado en la calle Herrería del Casco Viejo de Vitoria y propiedad de la municipalidad de Tánger.

El edificio en el que residen vecinos precisa una rehabilitación urgente y hasta ahora, durante años, la ciudad marroquí ha hecho caso omiso a los continuos requerimientos del Ayuntamiento para que arregle el inmueble.

En la reunión, ambos mandatarios han acordado abrir una etapa de “diálogo y colaboración” para encontrar una solución al deteriorado edificio. Como primer paso, han decidido crear un grupo de trabajo integrado por personal técnico de Gasteiz y Tánger.

Los ayuntamientos de Tánger y Gasteiz retomaron el contacto a mediados de enero con el fin de encauzar la rehabilitación y conservación de Álava-Esquível.

“Las autoridades marroquíes nos han manifestado su voluntad, como dueños del inmueble, de hacerse cargo de la ejecución del proyecto de rehabilitación y de ponerse al día en el abono de la totalidad de la deuda que Tánger tiene con el Ayuntamiento gasteiztarra”, desveló entonces para sorpresa de la Corporación el concejal Pascual Borja.

Nuevo escenario

Este nuevo escenario abría un futuro más esperanzador para el palacio del Casco Viejo, abandonado a su suerte durante años por la municipalidad de Tánger que, a día de hoy, tampoco ha abonado a Vitoria la cuantiosa deuda que tiene con el Ayuntamiento.

Sí ha solicitado la redacción de un informe sobre las patologías que presenta el edificio del siglo XVI, las obras de rehabilitación necesarias y el importe de la deuda, que asciende a 421.490 euros. 

Multas coercitivas

El mal estado de conservación de Álava-Esquível llevó al Consistorio gasteiztarra a iniciar un proceso de imposición de multas coercitivas con las que emplazaba a la municipalidad de Tánger a acometer la reforma del edificio ante el peligro que su deterioro entraña para la integridad y seguridad del vecindario. 

El palacio Alava-Esquível es propiedad de la ciudad marroquí de Tánger. Alex Larretxi

Hasta la fecha, Tánger no ha pagado ni una sola de las sanciones impuestas por descuidar su obligación de conservar en buen estado su propiedad.

Han sido nueve las multas y, a punto de interponerse la décima, fue cuanto ambas alcaldías iniciaron los contactos, razón por la que no se llegó a tramitar la última sanción. 

Se barajó la expropiación

La expropiación del edificio es otra de las posibilidades que ha barajado el Ayuntamiento durante los últimos años al no ver una salida al problema del palacio Álava-Esquível.

Una delegación de Tánger ha acudido hoy a la Casa Consistorial de Vitoria. Cedida

También el arreglo subsidiario del edificio. Es decir, hacerse cargo de las obras y pasar después la factura a la municipalidad de la ciudad marroquí.

Sin embargo, el gabinete Etxebarria siempre se ha mostrado partidario de alcanzar un acuerdo antes de llegar al extremo de expropiar el palacio, como ha defendido en varias ocasiones el concejal de Urbanismo, Borja Rodríguez. una etapa de colaboración con Tánger que se abre ahora.

Firma en el Libro de honor

En el transcurso de la visita, Maider Etxebarria ha invitado al alcalde de Tánger a firmar en el Libro de honor del Ayuntamiento de Vitoria, donde Mounir Laymouri ha dejado su rúbrica.