Salvo que haya un giro inesperado de los acontecimientos, habrá huelga "total e indefinida" en los autobuses de Vitoria a partir del 10 de febrero, a las 14.00 horas.
Una jornada en la que no son pocos los ciudadanos que se suben al urbano para poder ver los desfiles de ese sábado de Carnaval o disfrutar del ambiente que hay ese fin de semana en la capital alavesa gracias a las comparsas y a todas esas personas que se disfrazan para celebrar la llegada de Don Carnal.
Y es que no ha habido avances este miércoles en la reunión que comité y la sociedad municipal de autobuses han mantenido para intentar resolver un conflicto que empezó en diciembre en favor de un acuerdo que garantice “un transporte digno y unas condiciones laborales justas”.
Por tanto, solamente un nuevo encuentro entre las partes antes del día 10 puede evitar esta huelga, en pleno sábado de Carnaval.
Este último encuentro, el de este miércoles, como denuncia la plantilla, se producía tras 15 días esperando esta nueva cita con el Ayuntamiento.
“En esta reunión, a la que acudíamos con al esperanza de resolver el conflicto, no hemos recibido nada por parte del Ayuntamiento. No ha habido ningún tipo de propuesta"
“En esta reunión, a la que acudíamos con la esperanza de resolver el conflicto, no hemos recibido nada por parte del Ayuntamiento. No ha habido ningún tipo de propuesta", censura el portavoz del comité, Asier López de Sabando.
"Las posturas siguen alejadas. No compartimos la idea de empeorar el servicio a los ciudadanos para que mejoren las condiciones laborales de los trabajadores. Seguimos dispuestos a dialogar y a negociar, pero realmente las posturas siguen alejadas"
Por su parte, el presidente de Tuvisa, Iñaki Gurtubai, ha expresado tras el encuentro que "las posturas siguen alejadas. No compartimos la idea de empeorar el servicio a los ciudadanos para que mejoren las condiciones laborales de los trabajadores. Seguimos dispuestos a dialogar y a negociar, pero realmente las posturas siguen alejadas
Fichaje
El comité, por su parte, se queja de que a la parte social, "después de cinco reuniones", se le haya pedido una aclaración sobre el punto del fichaje.
"Les hemos vuelto a explicar que no se nos contabiliza el tiempo total de nuestra jornada de trabajo y además les hemos puesto sobre la mesa una posible solución", agrega su portavoz.
En el resto de puntos, "ellos se han remitido a la propuesta que fue rechazada por el 90% de la plantilla en asamblea general".
A la espera de otra propuesta
El Consistorio ha quedado en que convocará al comité a una siguiente reunión, "donde, supuestamente, nos presentarán una nueva propuesta". De momento, no tiene fecha.
Hasta entonces, la plantilla de Tuvisa asegura que "va a seguir trabajando para no llegar al día 10 con una huelga indefinida en al que además de los trabajadores, los grandes damnificados van a ser los ciudadanos y ciudadanas de Vitoria-Gasteiz”.
Por amplia mayoría
De no solucionarse, habrá “una huelga total e indefinida” que empezaría el día 10.
Así lo respaldó el pasado 23 de enero, por una amplia mayoría del 90% de los votos, la asamblea general de sus trabajadores, tras decidir adelantar esa huelga total, que, en principio, estaba prevista a partir del 3 de marzo viendo que la última propuesta, la cuarta oferta que les hicieron llegar, “en vez de un avance suponía un retroceso”.
Además, acusaban a la empresa de “dilatar artificialmente” este conflicto.
Sin paros parciales
Sin embargo, como “muestra de su buena voluntad” de seguir negociando, suspendieron los paros parciales que hasta ese momento hacían todos los lunes, miércoles y viernes, de cinco a nueve de la mañana. En su lugar, intensificaron sus protestas en la calle para visibilizar más sus reclamaciones.
La plantilla de Tuvisa pide que se mejore el servicio y su salud, puesto que, como insisten, ambas cosas van unidas. Por esta razón, exigen más autobuses en la calle, “lo que se traduciría en más tiempo para realizar el recorrido y cumplir con las frecuencias prometidas por el Ayuntamiento”.
Aparte, quieren que se cumpla el decreto que obliga a las empresas a tener un registro horario efectivo, puesto que parte de su jornada laboral “no se está contabilizando”.
Media docena de reuniones
A lo largo de todo este tiempo se han mantenido diversas reuniones con los responsables de Tuvisa y su presidente y se han compartido diferentes propuestas por escrito sin alcanzar un acuerdo.
En una entrevista en DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, Gurtubai reiteró que el Consistorio estará negociando y dialogando “todo lo que quieran”, pero siendo conscientes de que tienen “un buen convenio” por lo que no se pueden hacer mejoras “estratosféricas”.
Apoyos
Antes de la reunión de este miércoles, los trabajadores han recibido el 100% de apoyo de la plataforma ciudadana Benetako Green, conformada por 12 asociaciones y más de un centenar de personas a título individual.
También se muestran agradecidos por la comprensión que les está transmitiendo la ciudadanía, pese a a ser la principal afectada por estas movilizaciones.
Más protestas en la calle
Por ello, el comité ya anunció la pasada semana, tras una manifestación por el centro de la ciudad, que iba a seguir trabajando para evitar el "escenario no deseado por todos" de la huelga total, a partir de las 14.00 horas del día 10.
Hasta entonces, han intensificado sus protestas de calle para visibilizar sus reclamaciones. La caravana con sus propios vehículos desde Aguirrelanda o la concentración del pasado jueves en Los Arquillos son algunas de ellas.
Aparte, han emprendido una campaña de firmas a través de Change.org, que ya lleva más de mil recogidas, para pedir a la alcaldesa "que asuma su compromiso adquirido con la ciudadanía y, de una vez por todas, se ponga a trabajar para solucionar este conflicto".