La posibilidad de huelga indefinida en los autobuses urbanos de Vitoria a partir de 3 de marzo cobra más fuerza hoy que ayer, a tenor de las palabras del responsable de Tuvisa, el concejal, Iñaki Gurtubai. 

Y ante el hecho de que los paros de hoy hayan sido secundados por la totalidad de los chóferes. 

Iñaki Gurtubai, concejal responsable de Tuvisa. Jorge Muñoz

El siguiente paro será el viernes, de cinco a nueve de la mañana. 

Con todo, el Ayuntamiento no tiene intención de ceder ante una convocatoria de huelga que Gurtubai ve injustificada. “No va a ser fácil acercar posturas”, dice”. 

Acusa a la plantilla de Tuvisa de presionar, sabedora de la fuerza que da dejar sin autobuses urbanos a la ciudadanía. “Creen que en periodo preelectoral, los políticos vamos a ser más blanditos, pero no hay que tener fuerza sino razón”, acusa.

Grúa nocturna

De ahí que, al menos por ahora, no esté dispuesto el Ayuntamiento a ceder en tres de las cinco peticiones del comité de huelga.

En primer lugar, revertir la privatización de la grúa nocturna y del control de los parkings del Iradier Arena y Artium. 

Argumenta el Ayuntamiento que ambos servicios salen el doble de caros si los realizan trabajadores de Tuvisa que si lo hace una empresa externa, debido al complemento nocturno que hay que pagar a la plantilla.

“La grúa nocturna cuesta al Ayuntamiento 90.000 euros al año con la empresa contratada y 215.000 euros si la llevaran trabajadores de Tuvisa. El servicio de parkings cuesta ahora 25.000 euros con la firma contratada y el Ayuntamiento pagaría 87.000 euros con empleados de Tuvisa”, especifica Gurtubai. 

Garajes

En el caso del servicio de garajes, ahora no está externalizado, pero considera el concejal que no es necesario prestarlo durante toda la noche, como reclama el comité. Se trata del personal que se encarga de controlar los niveles de los vehículos, repostar... E insinúa Gurtubai que lo que quiere la plantilla es ampliar el horario para cobrar el complemento nocturno.

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En imágenes: la plantilla de Tuvisa vuelve a protestar en las calles de Vitoria Josu Chavarri

Jornada laboral

En cuanto al registro de la jornada laboral, estipulada en ocho horas, tampoco cede el Ayuntamiento ante la petición de que sean los chóferes los que fichen cuando quieran. Seguirá como hasta ahora. 

El Ayuntamiento registra el inicio de la jornada laboral cuando el conductor monta en el bus en cocheras e introduce su código para dirigirse a la parada de salida, y el final cuando aparca el vehículo en cocheras después de haber entregado el parte del día y repostado. 

“Es imposible. La jornada diaria de trabajo no la puede elegir el trabajador”. Recrimina Gurtubai a la plantilla que quiere aumentar las horas de trabajo para tener más días libres.

Tres meses de vacaciones

Detalla el edil que la plantilla de Tuvisa tiene más de tres meses al año entre vacaciones y libranzas. Trabajan 193 días. Y echa en cara que Tuvisa tiene un absentismo del 20% por IT (enfermedad, accidente...), que cuadriplica al de cualquier empresa del entorno, como Mercedes o Michelin, que ronda el 5%. “Habrá que reflexionar en el Ayuntamiento por qué sucede esto?, se pregunta el concejal. 

“Tuvisa ya tiene un buen convenio laboral, el mejor del Ayuntamiento, con diferencia”, considera Gurtubai.

Asimismo, afirma con rotundidad que no se va a echar a la calle a ningún trabajador ni se han perdido puestos de trabajo. “En 2019 eran 292 y ahora, 332; incluso hemos ofrecido contratar 3,5 puestos más”, sostiene.

Más autobuses

Sobre la reivindicación de recuperar los servicios perdidos en pandemia, explica el concejal que todos los autobuses de Tuvisa están en funcionamiento, unos en las líneas y otros en reserva por si ocurre una avería, accidente...

Pese a los desencuentros, el jueves, dirección de Tuvisa y comité de huelga volverán a reunirse en un quinto encuentro. No obstante, los paros convocados continuarán los lunes, miércoles y viernes de enero y todos los días en febrero si antes no llegan a un acuerdo.

L-7 Borinbizkarra-Salburua

Sobre los cambios en la línea 7 de Tuvisa, que enlaza Borinbizkarra y Salburua, finalizará en la calle La Paz. Argumenta el concejal que se ha modificado porque realiza un recorrido en paralelo al tranvía de Salburua, y “no tiene sentido”, dice. Con los cambios introducidos sobran dos buses y la línea se podrá cubrir con seis vehículos en lugar de con ocho. Por ello, defiende el Ayuntamiento destinar estos dos vehículos sobrantes a las líneas 4 (Lakua-Mariturri) y 5 (Salburua-Elejalde), y también reforzar las L-3 (Betoño-Zumaquera) y L-9 (Gamarra-Zumaquera), que llegarán a Goikolarra. “Estos refuerzos se hacen con el fin de aumentar los tiempos de descanso de los conductores”, asegura Gurtubai.