Gizarterako lleva décadas ayudando a las mujeres que ejercen la prostitución en Gasteiz, independientemente de por que lo hacen, sus orígenes o decisiones vitales. Desde la atalaya que facilita sus años de experiencia, Edurne Calvo, presidente de esta organización, enumera los principales problemas a los que se enfrentan las chicas que ejercen esta actividad, entre ellos, trabajar sin papeles (la regulación esta ligada a la inmigración) y los factores psicoemocionales.

“Habitualmente, dejan este problema en segundo termino. Saben que sufren depresión, pero no le dan importancia porque su principal demanda es necesito dinero para enviarlo a casa”, concreta Calvo.

Aparte, desde esta asociación también se anima a las mujeres a realizarse chequeos ginecológicos habitualmente, pero la creciente rotación a las que están sometidas hace muy complicado que puedan beneficiarse de los servicios de la Sanidad publica, ya que el tiempo que transcurre desde que se pide la cita hasta la fecha de esta hace puede ser suficiente para que la mujer ya no se encuentre en la capital alavesa.

Otro de los problemas recurrentes que acompaña a esta actividad es el de las redes de explotación existentes, al que es muy difícil combatir debido a su profesionalización y a su forma de adaptarse a los territorios y a sus sistemas legales.

Son tramas con dinero que son capaces, por ejemplo, de blindar con sobornos el paso de mujeres africanas por todas las fronteras a las que se enfrentan para llegar hasta Europa.

Este tipo de grupos puede estar también detrás de algunos de los anuncios de mujeres en portales web especializados, en los que las chicas pueden anunciarse libremente o no. “Ahí hay otro problema importante. Estas redes pueden justificar el precio del anuncio ante las chicas que ejercen la prostitución, justificando el hecho como generador de una mayor deuda de la chica con la organización, con lo que esta mas atada aun”, asegura Calvo.

Irrupción política

Tampoco ayuda el partidismo con el que se ha afrontado la realidad de la prostitución en el Estado. “Se hacen cosas, pero no se valoran sus consecuencias. Se olvidan de preguntar a las mujeres que ejercen, a las que se coloca en una situación de vulnerabilidad. Se olvidan de las mujeres, de su bienestar y de sus derechos”, argumenta Edurne Calvo.