La Blanca 2023 ya es historia. 127 horas de fiesta después, Celedón ha emprendido esta pasada madrugada su vuelta a los cielos de Gasteiz en una –de nuevo– repleta plaza de la Virgen Blanca comenzando así la cuenta atrás para su regreso en 2024.

Será otra vez un acontecimiento muy especial, pues el aldeano de Zalduondo estará encarnado por una nueva persona tras la emocionante despedida de Gorka Ortiz de Urbina, quien sin duda ha sido uno de los grandes nombres del recién concluido ciclo festivo.

Fiestas en cuya despedida el calor extremo ha sido el gran protagonista: Vitoria llegó a estar en alerta roja en las horas centrales de la jornada y empujó tanto a la Comisión como a la Federación de blusas y neskas a cancelar sus últimos paseíllos de ida, una decisión sin precedentes. A medida que avanzó la jornada y la noche, sin embargo, los termómetros dieron una agradecida tregua.

A falta de balances oficiales –hoy mismo lo realizará el Ayuntamiento–, han sido una fiestas multitudinarias desde su arranque y, quizá, solamente ayer acusaron cierto bajón durante el día por el lógico cansancio acumulado y el bochorno ambiental. Y todo ello a pesar de haber vivido su jornada grande en sábado y atravesar su ecuador coincidiendo con el inicio de la semana en curso.

Ha habido varios llenazos en los conciertos de la plaza de Los Fueros, las principales calles del Casco Viejo han estado a rebosar de día y de noche, se han reunido miles de personas desde la plaza del Machete al recinto ferial o el txosnagune... parece, pues, que esa histórica tendencia de los gasteiztarras a salir despavoridos de su ciudad tras los días fuertes de La Blanca ha comenzado a ser ya parte del pasado.

Concierto de Camela en la plaza de Los Fueros. Pilar Barco

Agresiones y hurtos

En el lado negativo de unas fiestas de nuevo tan participativas vuelven a situarse los casos de violencia machista, que han incluido la denuncia de al menos dos agresiones sexuales: la primera, en la noche del viernes 4; la segunda, en la que la víctima fue una menor, justo un día después.

Otra de las manchas de La Blanca 2023 ha sido el elevado número de hurtos de carteras y teléfonos móviles que han llegado a las dependencias tanto de la Policía Local como de la Ertzaintza.

La última jornada de La Blanca volvió a solaparse con otra larga noche de fiesta tanto en el centro de la ciudad como en el recinto universitario y sirvió para ir despidiendo poco a poco los diferentes espacios de actividad dispersos por la capital alavesa.

Ambiente en el cierre del txosnagune este miércoles por la mañana. Pilar Barco

Vaquillas, bertso saioa, música...

Última suelta de vaquillas, exhibición final de bolo alavés, actividades de las cuadrillas difícilmente mejor elegidas para combatir el calor como la piscina instalada en la Virgen Blanca por Jatorrak... afortunamente, las temperaturas no alcanzaron los 30 grados hasta el mediodía.

Fue el momento de tirar de líquidos y de ropa lo más ligera posible para disfrutar de las últimas jotas en el parque del Prado, del pasacalles de despedida de la Banda Municipal de Música y de la Banda de Txistularis y trikitilaris o de acercarse a realizar unos compras al zoco árabe.

Muchos abanicos, también, en el último concierto de la Banda Municipal de Música celebrado en el parque de la Florida, al que siguió en el Machete el betso saio de despedida de La Blanca con Paula Amilburu, Martin Abarrategi, Onintza Enbeita y Xabat Illarregi y, muy cerca, la última kalejira de la Comparsa de gigantes, cabezudos, caballos y sotas, que como es habitual volvió a hacer las delicias de los más pequeños de la casa.

Guerra de agua celebrada por las cuadrillas. Jorge Muñoz

Guerra de agua

Avanzó la tarde, apretó el calor y, en consecuencia, las calles perdieron fuelle como no se había visto ningún día de esta edición de La Blanca, aunque las cuadrillas de la Federación de blusas y neskas no se resignaron a pasar las últimas horas de fiesta sin actividad y apostaron por una guerra de agua en el parque de La Florida que sirvió para refrescar el ambiente.

Los últimos compases de las fiestas transcurrieron entre propuestas escénicas de lo más variopinto como la actuación de Grison en el Rincón del Humor, el bolo de la gasteiztarra AnneKdotas en Falerina o el tributo a Raffaella Carrà en la Plaza de la Provincia, conciertos a los que siguió otra larga noche en las txosnas aprovechada, como es tradición, por decenas de hosteleros. Celedón ya había dicho agur unas horas antes.