La gasteiztarra tradición de los Auroros, de rondar las calles del Casco Viejo, por sus vecindades y hornacinas, anunciando con cánticos las próximas fiestas en honor de la patrona de Vitoria, que organiza la Cofradía de la Virgen Blanca, ha cumplido 15 años este domingo en una de sus celebraciones más multitudinarias que se recuerda.

Hasta tal punto ha sido así que la escalinata de San Miguel para hacerse la foto de familia se ha quedado pequeña.

Difícil es dar una cifra exacta de asistentes porque a las 9.00 horas, cuando ha empezado en la Balconada de San Miguel, con el Ave María, estrenada en el año 2019 con letra de Ramón Loza y música de Jesús Moraza, habría mínimo unas 200 personas, pero cuando se ha repartido el chocolate con kotxotxos, tras cantar en la Catedral Santa María eran casi el doble.

"Hemos traído 550 unidades de kotxotxos y alguno ha repetido, y 70 litros de chocolate, que da energía”

Hemos traído 550 unidades de kotxotxos y alguno ha repetido, y 70 litros de chocolate, que da energía”, explicaba el repostero Luis López de Sosoaga, encargado de ofrecer este rico desayuno junto a la Peña Los Álava.

Y se han agotado las existencias porque muchos gasteiztarras no se han perdido este acto que aunque en sus orígenes se hacía con la aurora –de ahí su nombre–, como precisaba el abad de la Cofradía de la Virgen Blanca, Ricardo Sáez de Heredia, con el paso del tiempo se atrasó un par de horas más su hora de inicio para animar más su participación.

Caras conocidas

Entre estos asistentes, se ha podido ver a Raimundo Ruiz de Escudero, edil de Políticas Sociales, e Iñaki García Calvo (concejal del PP), Carmelo Barrio (portavoz del grupo parlamentario del PP+Cs), Miguel Ángel Echevarría (presidente de Afaraba, la asociación alavesa contra el Alzheimer), Satur García, defensor de los ‘sin techo’ de Vitoria y Pedro Elosegi, el músico que hasta este año ha sido presidente de las Juntas Generales de Álava.

"Lo que más me gusta de este día es tocar el txistu"

“Ya llevo ocho o nueve años participando. Lo que más me gusta de este día es tocar el txistu y no me da pereza levantarme pronto este día porque madrugo más de lunes a viernes”, contaba a este periódico.

Así honran los 'auroros' a la Virgen Blanca en Vitoria

Así honran los 'auroros' a la Virgen Blanca en Vitoria

Regalo a Moraza

Si bien, uno de los protagonistas de la jornada ha sido Jesús Moraza, que en 2009 ayudó a recuperar la tradición de los coros de Los Auroros el último domingo antes del 4 de agosto, a quién los cofrades han sorprendido al final entregándole una talla de la Virgen Blanca, en recuerdo de este 15º aniversario.

También se ha recordado de manera especial a los cofrades fallecidos. Entre ellos, a Aurelio Freitas, “que con su voz prodigiosa, tantas veces cantó a la Virgen Blanca”, así cómo al célebre Celestino González Barrio, blusa hasta los casi 100 años que alzaba su pierna en el paseíllo como nadie.

Y se ha felicitado a los nuevos Celedón de Oro, Gorka Ortiz de Urbina, “tan querido y cercano a la Virgen Blanca”, y a Elisa Rueda, “que con tanto cariño prepara las jornadas de Poesía en Mayo”.

Ciudadanos anónimos

Una tradición que se ha hecho más grande, gracias a esos ciudadanos anónimos, como Ana Osaba, que lleva haciéndola seis años, y José Manuel López, que cumple con ella desde hace 14 años. De ahí que no dudaran en anudarse el pañuelo rojo al cuello para honrar a su patrona.

"Somos vitorianos. Merece la pena madrugar para cosas así"

“Solo dejamos de hacerla por el parón del covid. Somos vitorianos. Merece la pena madrugar para cosas así y te vuelves a encontrar con gente”, destacaban estos amigos que se conocieron porque López era compañero de trabajo del marido de Osaba.

El ambiente

"El ambiente de este día es lo que más nos gusta"

El “ambiente de este día” es también lo que más le gusta a Mari Carmen Barranco, que lleva unos diez años yendo con sus amigas “porque nos llama, al ser de Vitoria”.

“Me animé a cumplir con esta tradición porque es importante para Vitoria y sus fiestas"

El cofrade Félix Cano también lleva otra década a sus espaldas de Auroros. “Me animé a cumplir con esta tradición porque es importante para Vitoria y sus fiestas”, recordaba.

"Soy de las que canto y voy a los ensayos y se nota porque aunque no tengamos voz, por lo menos tenemos oído”

Y Aurora San Vicente, como dice, que es “de las que canta y va a los ensayos, porque aunque no tengamos voz, por lo menos tenemos oído”, aclaraba entre risas. Una tradición que empezó a hacer “prácticamente desde el principio”. Y no falla porque “es especial, al juntarte con gente que igual no ves en un año.

Por eso, no le da pereza madrugar: “Para nada, el sábado estuvimos en la Plaza Nueva viendo a Puro Relajo y hoy (por ayer) estamos aquí”.