Iñigo Urkullu repetirá como lehendakari la próxima legislatura. Las elecciones al Parlamento Vasco, las más atípicas e inciertas de cuantas se han celebrado, han arrojado un triunfo amplio para el PNV, partido que tiene opciones para pactar con casi todas las formaciones y lograr mayorías con ellas. Los jeltzales suman tres parlamentarios más a los 28 que tenía antes.

Previsiblemente volverá a gobernar en con el PSE, que no responde a las expectativas al alza con las que llegaba y solo gana un parlamentario sobre los 9 que ya tenía. En todo caso, el gobierno de coalición PNV-PSE sale reforzado y ya supera con holgura el listón de la mayoría absoluta fijado en 38 parlamentarios.









El otro partido que sale exultante de las jornada de ayer es EH Bildu que mejora en cuatro escaños y es la fuerza política que más votos ha ganado respecto de las elecciones de hace cuatro años. Por contra, Elkarrekin Podemos ha reducido su presencia a 6 asientos en el Parlamento Vasco.

La coalición PP-Ciudadanos naufraga estrepitosamente y se queda en 6 escaños con una pérdida de la mitad de los votos.

El hundimiento de esta coalición y la división del centroderecha constitucionalista propicia la entrada de Vox en el Parlamento por primera vez en la historia.

Los resultados eran más o menos previsibles a la luz de las encuestas de las últimas semanas, que también situaban la participación en el entorno del 60%.

Sin embargo, la abstención ha repuntado hasta el 47% en el conjunto de Euskadi. La excepcionalidad de la situación generada por la pandemia y el miedo a los brotes y a los contagios han hecho mella en la participación.

La ciudadanía vasca no ve temor a transitar sin mascarilla en los espacios abiertos pero, a la luz del dato de participación, el miedo le ha retraído a la hora de ir a votar al colegio electoral a pesar de las extremas medidas de seguridad.