Siguiendo la línea de los resultados del primer trimestre, Vidrala ha presentado hoy sus cifras hasta junio con un incremento de ventas del 4,5% respecto al mismo periodo del año anterior, hasta los 830,4 millones de euros, pero con un descenso de su beneficio neto del 6%, hasta los 120,8 millones.
Unos datos que, en cualquier caso, sirven a la firma fabricante de envases de vidrio con sede en Laudio para ratificar sus previsiones para este año, en el que espera que su ebitda supere los 450 millones de euros.
Vidrala apunta a “un contexto de demanda globalmente modesto” y a una “recuperación mas lenta de lo previsto en la demanda” en sus “regiones más maduras”, por lo que avanza su intención de “controlar la utilización de capacidad para adaptar los niveles de inventarios”.
“En todo caso, nuestros niveles de competitividad están mejorando, impulsados por las ambiciosas inversiones realizadas para reorganizar nuestra capacidad industrial en la Península Ibérica y ampliar nuestros servicios de llenado y logística en el Reino Unido. Además, el nuevo perímetro tras la integración de Brasil está contribuyendo progresivamente a un crecimiento superior”, señala la compañía.
Vidrala cerró el semestre con un ebitda de 225 millones de euros, un 4,6% superior al del mismo periodo de 2023, con un margen sobre las ventas del 27%.
Brasil y Reino Unido, al alza
El mercado de Brasil –Vidrala completó en 2023 la adquisición del 100% de la brasileña Vidroporto– sigue siendo el que mejor evolución presenta en cuanto a ventas, que alcanzaron en el primer semestre los 102 millones de euros, frente a los 63 del primer semestre de 2023. Reino Unido e Irlanda también registra un incremento de ventas respecto al primer semestre del año pasado, pasando de 281 millones a los 311,5 millones registrados a junio pasado.
Por contra, Península Ibérica y resto de Europa evoluciona a la baja, con unas ventas 399,8 millones de euros frente a los 455,6 del primer semestre de 2023. Del mismo modo, el mercado italiano –Vidrala ha cerrado la venta de su filial italiana por 230 millones de euros– se quedó en 17 millones de euros, frente a los 57,8 del año pasado.