Mercedes-Benz ha hecho hoy oficial la fecha en la que se producirá un relevo ya anunciado. El anuncio llega unas horas después de las elecciones sindicales en las que se ha impuesto ELA, que encabezó la postura del bloque sindical más crítico con la dirección a la hora de negociar el nuevo convenio, rubricado finalmente en julio en referéndum con un 57% de los votos y con una participación de casi el 90% de la plantilla.

Emilio Titos abandonará la dirección general de la mayor fabrica de Euskadi el próximo 1 de enero para disfrutar de su jubilación tras más de 40 años en la compañía alemana. Por el momento se desconoce quien será su sucesor.

Mercedes-Benz es la mayor fábrica de Euskadi con unos 5.000 trabajadores que genera el 5% de su PIB. Se calcula que otros 30.000 empleados indirectos dependen de la producción de la multinacional.

A falta de confirmación oficial, la firma del nuevo convenio en Mercedes-Benz Vitoria este pasado verano era la condición exigida por la compañía alemana para dar luz verde a una inversión estratégica de 1.200 millones de euros en la planta alavesa. Un reto orientado a afrontar la transformación hacia la nueva movilidad centrada en el vehículo eléctrico que deberá afrontar la nueva dirección. Esta apuesta por la electrificación es clave a la hora de abordar la entrada en vigor en 2035 de la prohibición en Europa de la venta de automóviles que generen emisiones de CO2.

La adjudicación por parte de la compañía con sede central en Stuttgar a la factoría alavesa de la nueva plataforma eléctrica VAN.EA permitirá la fabricación en Vitoria de nuevos modelos de furgoneta eléctrica. La apuesta de Mercedes por Vitoria supondría que Vitoria comenzaría a producir a partir de 2025 un nuevo monovolumen eléctrico cero emisiones, que convivirá con la producción de la Vito y el Clase V.

El plan de inversión de 1.200 millones se estructura en torno a dos ejes, una parte de en torno a 200 millones que se orienta a prolongar la producción de los modelos de combustión actuales y otra, más sustanciosa de en torno a 1.000 millones, que financiaría nuevas instalaciones para la fabricación de nuevos modelos eléctricos.