Álava vivió ayer un auténtico día D en lo que a elecciones sindicales se refiere, con los en torno a 8.400 trabajadores de Michelin y Mercedes-Benz, las dos factorías más grandes del territorio, llamados a designar a sus nuevos comités de empresa. CCOO en la primera y ELA en la segunda, fueron los sindicatos ganadores de la jornada.

Particularmente significativos son los resultados vividos en la planta del fabricante automovilístico alemán. Las urnas depararon un vuelco respecto a 2018, otorgando la victoria a ELA con nueve delegados, dos más que hace cuatro años, incluso a pesar de que el comité que se eligió ayer tiene 29 asientos y no 31 como el de 2018 –al no alcanzar la plantilla los 5.000 trabajadores–. ELA descabalga del primer lugar a UGT, que pierde un representante. Pero es que ELA, LAB y ESK, que fueron los sindicatos que se desmarcaron del convenio firmado en julio tras una larguísima negociación y nueve jornadas de huelga, consiguen 18 delegados, lo que garantizaría a priori a este bloque la mayoría absoluta del comité.

Hay que recordar que hace cuatro años fue la abstención de CCOO la que decantó la presidencia en favor de ELA. CCOO, de hecho, es el único sindicato del bloque firmante del convenio que ha logrado mantener su representación, con cuatro delegados. Y tampoco hay que olvidar que el convenio firmado en julio, que la empresa consideró esencial para conseguir la adjudicación de la nueva plataforma eléctrica VAN.EA y la gran inversión aparejada de 1.200 millones de euros para impulsar la electrificación de la planta, fue aprobado en referéndum por la plantilla con un 57% de los votos y con una participación de casi el 90%.

La plantilla, que votó a lo largo de la jornada de ayer con una participación de casi el 88%, castigó de este modo a los sindicatos que rubricaron este convenio hace apenas cuatro meses, que pasan de sumar 17 delegados a quedarse en 11. De hecho, PIM, que ostentaba dos representantes, queda fuera del comité.

“Posicionarse junto a la plantilla y sus reivindicaciones durante la negociación del convenio, llevando adelante unas movilizaciones históricas en la fábrica, no ha sido fácil, y más teniendo que remar a contracorriente, frente al poder de la empresa, algunas fuerzas sindicales e instituciones como el Gobierno Vasco”, sostuvo ayer ELA en un comunicado, que añadió que tiene “claro que estos resultados legitiman la lucha sindical de contrapoder en Mercedes”.

“Por encima de todas las amenazas y presiones ha triunfado el trabajo sindical sincero y valiente”, escribió Mitxel Lakuntza, secretario general de ELA, en Twitter.

Michelin: la entrada de CCM

En el caso del fabricante francés de neumáticos, CCOO reeditó su victoria aunque perdiendo dos delegados respecto a 2018. El debutante CCM (Colaboradores y Cuadros en Michelin) logró dos representantes y también ESK consiguió ampliar su representación, hasta los tres delegados. UGT, por contra, perdió un representante y se queda con cuatro. El resto de sindicatos mantienen su presencia en el comité.

Los trabajadores de la planta de Michelin comenzaron a votar en el turno de noche del lunes y acabaron ayer por la mañana. Con este nuevo comité, Michelin tiene ahora por delante el reto de abordar la negociación del nuevo convenio en 2023, en un contexto complejo marcado por la espiral inflacionista y el impacto actual de la bajada de pedidos en la planificación de producción de la fábrica.