- Revolución en la cúpula directiva de Siemens Gamesa para taponar las vías de agua que se abren en una empresa que estaba en beneficios cuando se firmó la fusión y que se enfrenta ahora a un escenario de pérdidas. La multinacional cesó en la noche del miércoles a Markus Tacke, el CEO que ha liderado el proyecto desde la integración de la compañía vasca con la alemana a mediados de 2017. Su sustituto será Andreas Nauen, que hasta ahora pilotaba el negocio offshore, la división más rentable, y que será el encargado del rescate del primer fabricante mundial de aerogeneradores eólicos.
La historia de Siemens Gamesa está llena de capítulos críticos. Los desencuentros con Iberdrola, el otro gran accionistas de referencia del grupo hasta la venta de su participación a Siemens a principios de este año, han sido una constante en los primeros pasos. Las propuestas de recorte de plantilla han generado por su parte un clima de desconfianza con los trabajadores. Y la comercialización, sobre todo en el ámbito de la eólica terrestre, no ha despegado. Los engranajes no han llegado a encajar y la compañía busca ahora un nuevo giro con la persona que más rentabilidad ha logrado en los tres años de vida de Siemens Gamesa, el responsable del negocio marino de la compañía. Fuentes de la empresa confirmaron que Andreas Nauen se trasladará a Bilbao, donde está la sede de la compañía, lo antes posible. El arraigo con Euskadi sigue siendo innegociable y los máximos ejecutivos de la compañía están en Bizkaia.
El presidente de Siemens Gamesa, Miguel Ángel López, convocó ayer al comité de empresa para explicar los últimos acontecimientos. Los representantes de los trabajadores mostraron su “preocupación” por la posibilidad de que el relevo en la dirección de la compañía acarree ajustes laborales. López les trasladó que en estos momentos la prioridad es relanzar la compañía y que “no toca hablar” de las implicaciones para la plantilla.
La reacción de los mercados fue muy negativa y las acciones de la compañía, que llegaron a perder un 9%, cerraron la sesión de ayer con una caída del 7,6%. Más allá del relevo en la cabeza de la compañía, la bolsa penalizó las malas perspectivas de resultados.
Siemens perdió en su primer semestre fiscal (octubre-marzo) 339,3 millones de euros, frente a los 67 millones que ganó un año antes. La empresa cifró en 56 millones el impacto “directo” de la crisis del covid-19 sólo en el segundo trimestre. De cara a los próximos trimestres, la compañía espera un impacto directo similar o incluso mayor, debido al efecto de cierres de fábricas y de la pérdida de eficiencia en los procesos productivos por tener que adaptarlos a las medidas de seguridad. El nuevo CEO de Siemens Gamesa, Andreas Nauen, explicó ayer en una videoconferencia cómo afronta un reto que estará marcado por el covid, el desplome en las ventas en India y el menor dinamismo en el norte de Europa.