- El 60% de los 7.000 empleados de la Administración General de Euskadi y organismos autónomos comenzaron ayer a volver al trabajo presencial, entre protestas de los sindicatos que consideran que no se cumple con las medidas de seguridad. En el 40% restante se incluyen las personas especialmente sensibles a un posible contagio por coronaviorus y quienes tengan a su único cargo a menores de 14 años o mayores dependientes y los que estén inscritos en el programa de teletrabajo. Tampoco acudirán en las próximas cuatro semanas aquellos empleados cuyo puesto de trabajo no cumpla con las medidas de seguridad y salud implantadas.
Para evitar aglomeraciones y reducir los movimientos de personal en los desplazamientos o en los tornos de entrada y salida de los edificios públicos, el Gobierno Vasco ha implantado la jornada continua de 7 horas al día, con 20 minutos de descanso que podrán disfrutarse en cualquier momento. Además, ha previsto un horario flexible general de entrada y salida, y el personal público podrá entrar entre las 7.30 horas y las 9, y salir entre las 14.30 y las 16 horas.
El viceconsejero de Función Pública, Andrés Zearreta, aseguró que la vuelta al trabajo presencial del personal público "se hará siempre, siguiendo las recomendaciones de la autoridad en materia de Salud Pública para poder trabajar con las máximas garantías para la seguridad y la salud del personal". Zearreta consideró que la Administración debe "acompasar el retorno al trabajo presencial con el proceso paulatino de vuelta a la nueva normalidad de la sociedad".
Esta vuelta al trabajo presencial ha sido criticada por los sindicatos de la función pública, que consideran que las medidas de prevención articuladas por el Gobierno Vasco no son suficientes para garantizar la seguridad de los empleados en su vuelta al trabajo presencial. Un grupo de una veintena de delegados sindicales de ELA, LAB, CCOO y UGT se concentraron ayer al mediodía frente a la sede central del Ejecutivo autonómico en Lakua. En un comunicado, estas centrales consideraron que esta reincorporación "forzosa, precipitada y poco planificada" también "chirría si se compara" con la que se lleva a cabo en estas administraciones y en otros centros de trabajo. Se mostraron asimismo preocupados por la reapertura de los centros de atención presencial y criticaron que "se niegue" hacer test de covid-19 a la plantilla en general y a los trabajadores de estos centros en particular.