DONOSTIA - El secretario general de ELA, Mitxel Lakuntza, denunció ayer que los acuerdos alcanzados en la Mesa de Diálogo Social el 3 de febrero entre Gobierno Vasco, Confebask, CCOO y UGT "carecen de contenido y son meras recomendaciones sin concreción ni eficacia alguna". A su juicio, "más que una Mesa de Diálogo Social, es una alfombra bajo la que intentan esconder todas las miserias del falso oasis vasco".
En Donostia junto al responsable del Area Social, Mikel Noval, y Janire Landaluze, miembro del gabinete de estudios del sindicato, Lakun-tza recordó que esos acuerdos se tomaron en "una mesa que carece de legitimidad representativa con organizaciones sindicales que ostentan un 18,4% y un 10,3% de representación, frente al 41,4% de ELA y el 19,6% de LAB".
El secretario general de ELA afirmó que "a esa mesa le fallan las cuatro patas y es profundamente antidemocrática, porque con un 10% no se puede llegar a acuerdos vinculantes". "El denominado diálogo social queda en evidencia. Es una cáscara hueca, cuyo mantenimiento se convierte en un fin en sí mismo", dijo.
Por su parte, Mikel Noval reiteró que la mesa "se ha convertido en la mera continuidad de las actuales políticas neoliberales". "Al participar en esa mesa se dan por buenas las políticas del Gobierno y las prácticas de las patronales y los sindicatos no estamos para eso", resaltó.
ELA aseguró que los contenidos del acuerdo "no cuestionan las políticas que se aplican por parte del Gobierno ni las prácticas de la patronal, que está tratando de extender la precariedad lo máximo posible para aumentar sus beneficios".
En su opinión, los contenidos son "retrógrados" y los nueve documentos presentados "se resumen en falta de medidas concretas, paz social y financiación". El sindicato mayoritario vasco denunció, además, que "lo hace a costa de los derechos de las mujeres y de la vida y la salud de los trabajadores". "Pretender dar la imagen de que en materias como la igualdad, la salud laboral o el empleo hay un consenso entre los trabajadores y la patronal es obviar el conflicto que existe en los centros de trabajo de manera permanente, y es lavar la cara a la patronal y a los gobiernos". - E.P.