madrid - La mejora de la economía española se ha convertido en el principal argumento que maneja el Gobierno español para afrontar su intento de reeditar el triunfo electoral de 2011 en España. Así se desprende de las palabras del presidente del Ejecutivo, Mariano Rajoy, que resalta que entre el recién finalizado año 2014 y el presente ejercicio “tendremos cerca de un millón de afiliados más a la Seguridad Social”. La creación de toda esa cantidad de empleos, junto con la promesa de una bajada de impuestos son dos de los elementos claves que ha resaltado el político gallego en una entrevista a Efe en la que defendió las políticas llevadas a cabo por el Ejecutivo popular.
Consciente del malestar de los ciudadanos españoles con los altos niveles de desempleo existentes, cercanos al 25%, el presidente español no duda en centrar su discurso en este tema para destacar que se va a crear empleo en los próximos meses. “Cuando nosotros llegamos al Gobierno la situación era muy difícil. En 2012 España llevaba ya varios años con crecimiento económico negativo, el desempleo no paraba de subir, teníamos unos desequilibrios económicos muy importantes, una parte del sistema financiero en una situación de extrema dificultad, y hoy en día las cosas han cambiado”, afirmó un dirigente del PP complacido.
En esta línea, Rajoy destacó que tras seis ejercicios de evolución negativa del PIB, España ha vuelto a la senda del crecimiento. “En 2014, por primera vez, tras seis años destruyendo empleo, hay 400.000 personas nuevas afiliadas a la Seguridad Social, ha aumentado el consumo, los desequilibrios se han corregido, y los organismos internacionales y los servicios de estudios de los analistas reconocen que los españoles han hecho un gran esfuerzo”, enfatizó el presidente español.
Para el jefe del Gobierno español, las cosas de la economía ya se ven de otra manera. “Podemos decir que el conjunto de los españoles hemos superado lo peor”, precisó. Y esta superación de los peores momentos de la crisis económica se va a reflejar, según Rajoy, en una evolución positiva en los niveles de empleo. “Yo espero que en el presente año, el crecimiento de afiliados a la Seguridad Social esté entre 550.000 y 600.000 afiliados más”. Con estos datos, el dirigente del PP se aferra a esa cifra totémica de un “millón de empleos” creados entre 2004 y 2015.
El problema es que estas afirmaciones de creación de empleo en épocas pre-electorales no tienen muy buena prensa en España a la vista de los antecedentes. Ya en 1982, el socialismo de Felipe González y Carlos Solchaga prometió 800.000 empleos, previsión reiterada en los días anteriores a las elecciones generales de octubre de 1989 en los que el entonces ministro de Economía y Hacienda del PSOE lanzó la promesa de creación de 1,2 millones de empleos hasta 1993. Ninguna de ellas se cumplió, como tampoco van camino de cumplirse las previsiones del dirigente del PP, Esteban González Pons, que en 2011 adelantó que en esta legislatura se crearían 3,5 millones de empleos.
Rajoy justifica su optimismo en el hecho de que la economía española ha crecido en 2014. “Nuestra previsión de crecimiento del PIB era el 0,7% y al final será del 1,3 o el 1,4%”, subrayó. Según sus estimaciones, la previsión de crecimiento para el presente año llegará al 2%, “aunque hoy el consenso de los analistas y servicios de estudios está por encima de ese 2%”.
El presidente del Gobierno español centra su discurso y su actividad en combatir el elevado nivel de paro y, pese a su optimismo, reconoce que las cifras de creación de empleo que prevé “no serán suficientes” y habrá que seguir en la próxima legislatura manteniendo unas directrices que “se han demostrado eficaces”, por lo que defiende no cambiar la política económica española.
En su discurso optimista sobre la futura evolución de la economía en España, el secretario general del PP minimiza los posibles riesgos que se puedan cernir sobre el proceso de recuperación por los efectos del elevado endeudamiento o por un menor empuje del sector exterior. Rajoy reconoce que “la deuda española es importante” pero no duda en sacar pecho al señalar que “se ha reducido la cantidad que dedicamos a pagar los intereses de la deuda. Y la previsión es que a partir de 2017 empiece a bajar el nivel de deuda pública en España”. El máximo responsable del PP olvida que en el tercer trimestre de 2011, en el momento previo a ganar las elecciones, la deuda pública española alcanzaba el 66% del PIB y tras tres años de Gobierno Rajoy, la deuda ya alcanza el 98% del PIB, con un total de 1,023 billones de euros, lo que significa que el PP ha elevado el endeudamiento en casi 300.000 millones de euros.
En relación a las exportaciones, -amenazadas por el escaso crecimiento europeo y por el deterioro de la economía en países emergentes como México, Brasil, o Rusia-, Rajoy se limita a decir que “van bien” pero recuerda que la moderación salarial pactada entre la patronal CEOE y los sindicatos UGT y CC.OO. ha dado lugar a que “la economía española haya sido más competitiva y a una bajada de los precios que hace que se haya mantenido el poder adquisitivo”.
El presidente del Ejecutivo español insistió en que “si mantenemos las políticas económicas, el 2015 será mejor mucho mejor que el 2014 pero el 2016 será mucho mejor que el 2015”. Con ese optimismo, descarta más recortes y recuerda que “las pensiones no se han congelado, el seguro de desempleo se ha mantenido, al igual que la sanidad pública”, por lo que concluye que “los grandes pilares del Estado de Bienestar están ahí”.
Impuestos a la baja Otra promesa electoral más incumplida por el PP hacía referencia a bajar los impuestos, -se subieron al inicio de la legislatura-, y en este sentido, Rajoy destaca que ya se ha producido “una primera bajada de impuestos, del IRPF y de Sociedades, este año. Ya entró en vigor y se verá en las nóminas de enero. Y luego en el año 2016 también habrá una bajada del IRPF y en Sociedades”.
En referencia a Podemos y sus propuestas económicas, el dirigente popular, aún reconociendo que “hay que entender que la crisis haya hecho que mucha gente se sienta desencantada”, señala que los países en los que hay un mayor nivel de bienestar y riqueza “son donde siempre gobiernan fuerzas tradicionalmente moderadas”. Sobre la corrupción, un asunto que está elevando las expectativas electorales de Podemos, señala que aunque “han sido muy tristes algunas de las cosas que hemos visto en España en los últimos años, hay un dato muy positivo, no hay impunidad”.